Hay que recordar que los ecologistas llevan lustros alertando de los peligros de la balsa de esta mina, que acaba de ser comprada por un sociedad de Australia creada hace unos años y que tiene capital de China.


Archivo - Fins Eirexas de Adega tomando muestras en las minas de San Finx en Lousame cuando estaba abandonada 


La compañía australiana Rafaella Resources, que ha comprado a Valoriza Minería --filial de Sacyr-- el 100% de la propiedad de la mina de San Finx, en Lousame (A Coruña), ha informado de que ambas empresas trabajarán "juntas" para retomar la actividad con "las máximas garantías medioambientales".

En un comunicado, ambas compañías explican que, para que la mina vuelva a la producción, necesita obtener el permiso de vertido de Augas de Galicia para el que Valoriza Minería "formuló una solución técnica segura y sostenible", a la que algunas de las partes interesadas han presentado alegaciones.


PROBLEMA DE LAS BALSAS

También se encuentra en fase de exposición al público el proyecto de restauración de las presas de agua existentes. "Las presas no forman parte de la mina, pero la compañía gestionará su restauración como parte del desarrollo de la misma, en virtud su política de responsabilidad social corporativa", agrega.

A comienzos de años, Rafaella indicó que con este acuerdo la empresa --que ya cuenta con la mina de Varilongo, en Santa Comba (A Coruña)-- busca convertirse "en un proveedor líder de Europa occidental de estaño y wolframio".

El pago no será por adelantado, sino que se basa en un acuerdo por el cual no se abonará ninguna cantidad hasta que se hayan producido y vendido las 1.000 primeras toneladas de mineral --en una operación valorada en cinco millones de euros--. Esta operación de Rafaella se hace de forma paralela a las adquisiciones de las minas de Boralha y Vila Verde, en el norte de Portugal.

"SIN CONSECUENCIAS DAÑINAS PARA EL ENTORNO"
El director general de Rafaella Resources, Steven Turner, ha calificado de fundamental el apoyo técnico de la anterior propietaria a la hora de poder poner en producción la mina de San Finx con todas las garantías medioambientales.

"Queremos ser la solución a una situación generada de forma natural, para que el agua de lluvia acumulada en la mina subterránea, cuya explotación industrial se remonta a finales del siglo XIX, se pueda evacuar en las mejores condiciones ambientales. Al igual que queremos restaurar las presas de agua, como manifestación de nuestra voluntad de dejar un legado mejor del que nos encontramos", sostiene.

"Nuestra intención es poner en marcha un proyecto de larga vida, en el que se pueda aprovechar el recurso mineral existente en la zona, generando empleo de calidad y sin consecuencias dañinas para el entorno", agrega Turner.

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