El centrocampista peruano, indiscutible en su primera campaña, ha perdido protagonismo con Coudet.
Renato Tapia | Foto: La Liga
Cuando Renato Tapia llegó con la carta de libertad bajo el brazo a Vigo, en Balaídos pocos esperaban que el andino ofreciese un nivel tan alto en su primera temporada como celeste. En apenas unos partidos, Tapia demostró que estaba más que capacitado para tomar las riendas del centro del campo celtiña, convirtiéndose en un pilar del esquema de Coudet desde su llegada al banquillo. Sin embargo, este segundo curso está siendo difícil para el peruano, que vive a la sombra de un sobresaliente Fran Beltrán, al que ya nadie puede apear del once.
El pasado sábado, Tapia ni siquiera llegó a vestirse de corto, pese a que en las gradas del Wanda Metropolitano se encontraba Gareca, seleccionador de Perú. El centrocampista vio desde el banquillo todo el encuentro: es la primera vez que ocurre en este curso. Las demás ausencias de Tapai eran, hasta ahora, por lesión, y siempre que había estado en el banquillo había dispuesto de algunos minutos.
Ahora, su peso en el equipo ha menguado, en parte por las lesiones que ha arrastrado este curso y que le han impedido rendir al 100%. De hecho, su presencia con la selección pero no con el Celta ha sido especialmente polémica, porque los compromisos internacionales han sobrecargado a un futbolista al que hasta ahora no le faltaba pulmón. Esto ha enfadado a Coudet, que incluso llegó a criticar que Perú lo llamase a filas llevándolo al límite de su capacidad.
Su nuevo rol lo ha llevado también a perder valor en el mercado. En su primera temporada llegó a multiplicar por diez su precio de mercado, pasando a tener una calificación de 20 millones según webs especializadas. Despertó el interés de clubes como el Atlético de Madrid y se le relacionó con equipos de la talla del Bayern o la Juventus. El Celta siempre se remitió a los 30 kilos de su cláusula, lo que espantó a sus posibles novias.
Ahora, la última revisión lo ha devaluado hasta los 15 millones. Una cifra que, de recuperar su mejor versión, podría volver a incrementarse. Si el Celta desea hacer caja por el peruano este verano, es importante que cuente con minutos de calidad y que Tapia demuestre en el verde todas las cualidades que lo convirtieron el año pasado en un intocable y en uno de los mejores del mundo en su posición.