Con el triunfo, los de Coudet dejan prácticamente finiquitada la temporada al ampliar su ventaja sobre le descenso en, al menos, diez puntos.


Foto: Athletic Club


El Athletic de Bilbao no había perdido en San Mamés en lo que va de año. Pues reto aceptado para el Celta de Vigo, que rompió la imbatibilidad de los de Marcelino. Los pupilos de Coudet despacharon a los locales en la primera parte don dos goles, firmados por Aspas y Fran Beltrán, que dejan al Celta con 39 puntos, diez por encima de Granada y Mallorca, que son los equipos que marcan la zona roja, y el Cádiz, el primero en la batalla por la supervivencia, con 28 puntos pero a la esperar de jugar mañana ante el Barça.


Los celestes dejaron el choque resuelto en los primeros 45 minutos, ya que la segunda parte del duelo fue más bien plomiza, sin apenas ocasiones destacadas para ninguno de los dos conjuntos, mérito sin duda de un Celta que supo contemporizar y desactivar a unos leones heridos y sin capacidad de respuesta, más allá de un remate de Raúl García en los minutos finales.


A los diez minutos una gran jugada colectiva del cuadro olívico, aprovechando la indecisión de los defensores bilbaínos, cristalizó con un centro de Brais desde la derecha para que Aspas rematase en el primer palo con un toque sutil al balón, inalcanzable para Simón. Superada la media hora, Beltrán cerró el partido con un sensacional cañonazo desde 30 metros al que imprimió un efecto endiablado al esférico contra el que nada pudo hacer el cancerbero.  


Al Celta le quedan pocos objetivos con la victoria, más allá de sentenciar su permanencia en Primera de forma definitiva, algo que podría darse en próximas fechas. Con Europa a 16 puntos, los vigueses solo pueden aspirar a escalar posiciones por aquello de recibir una mayor porción del pastel en el reparto según su clasificación final. 

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