Àlex Pastor, enfermero especialista en neurofisiología y trastornos del sueño, reconoce que   el calor afecta negativamente a la calidad de nuestro sueño, sobre todo cuando el mercurio no baja de los 24ºC de temperatura nocturna, afectando incluso a quienes están acostumbrados a dormir bien. 

 

Corredor

 

El sanitario del Hospital Universitari General de Catalunya nos aconseja este decálogo:

  1. Siga su rutina normal de sueño, que incluye acostarse y despertarse a la misma hora.
  2. Evite las siestas de más de 30 minutos
  3. Cena ligero y al menos dos horas antes de acostarte.
  4. Mantener la habitación ventilada durante el día y la temperatura entre 20ºC y 22ºC por la noche.
  5. Manténgase hidratado con agua o bebidas sin cafeína o estimulantes
  6. Tome un baño con agua tibia o tibia antes de acostarse. 
  7. Usa pijamas de algodón.
  8. Usa ropa de cama de algodón o lino.
  9. Evita dormir con el aire acondicionado encendido, puedes usar un ventilador pero evita el viento directo. 
  10. Haga ejercicio durante el día, pero evítelo durante las últimas horas antes de acostarse.

 

Pastor estima que unicamente si siguiendo estas pautas no se puede combatir el insomnio, es importante contactar con un especialista en trastornos del sueño. Él es quien nos debe ayudar a buscar una respuesa individualizada.

 

El sanitario recuerda que no solo el calor influye. Existen otros factores externos que regulan la secreción de  las hormonas. Los principales y más importantes son la exposición a la luz y la oscuridad. Cuando la retina detecta la luz, regula la síntesis de hormonas y ayuda a sincronizar nuestros ritmos vitales y los ritmos de sueño y vigilia. Es así como el cuerpo sabe cuándo necesita inducir el sueño.  

 

En todo caso, la temparatura sí es clave ya la temperatura corporal elevada dificulta entrar en un sueño profundo y, por tanto, no conseguir un sueño reparador. A medida que aumenta la temperatura ambiente, la duración del ciclo de sueño se acorta.

 

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