Tiendas con los escaparates apagados a partir de las 22 horas o vigilar la temperatura de los locales son algunas de las medidas impulsadas por el Gobierno.

 

Aunque con algunas discrepancias, el grueso de los comerciantes de la comunidad acatan las medidas. La propia Federación Galega do Comercio reconoce la importancia de aplicarlas. 

 

 

El comercio gallego acepta "a regañadientes" las medidas incluidas en el decreto de ahorro energético del Gobierno, como el apagado de escaparates a las 22,00 horas y mantener cerrada la puerta, que son obligatorias desde el miércoles.

"Se están llevando a cabo porque existe por parte de todos voluntad para poder colaborar porque nos damos cuenta de que es necesario", asevera el presidente de la Federación Galega do Comercio, José María Seijas.

 

"PROBLEMAS Y MAREOS"

No obstante, objeta que el sector "ya está acostumbrado por parte del Gobierno" a "sacar leyes y decretos inconcretos que no acaban de tener un desarrollo que se pueda comprender fácilmente". "Esto no está trastocando y dando muchos problemas y mareos. Parece que siempre el comercio es quien paga el pato de los errores que se van cometiendo", protesta.

Seijas incide en que dichas medidas "mayormente se van cumpliendo", para a continuación dejar caer que "a ver qué comerciante no procura gastar lo menos posible en energía dado el precio que tiene". Sin embargo, asegura que son unas soluciones "que no van a llevar al fin que pretenden".

 

NEGOCIAR LAS MEDIDAS

Finalmente, el presidente de la Federación Galega do Comercio sugiere que será preciso "sentarse a negociar y buscar soluciones concretas con el consenso de todas las partes y resolverlo".

La mayor parte de los escaparates en la ciudad de Lugo permanecen apagados durante la noche, aunque hay más de uno que se ha saltado esta obligación y mantiene la iluminación.

 

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