La esperada reunión mantenida este jueves en el Ministerio de Pesca no ha dejado buenas noticias para los cerqueros gallegos. Acerga fue a Madrid para proponer una modificación en las claves de reparto, pidiendo que sea lineal por tripulante y barco y no en base en capturas históricas. Pero su petición fue rechazada. El secretario general de pesca, Andrés Hermida, les indicó que el resto de la flota del cerco español "está cómoda" con la normativa actual, añadiendo que con el actual gobierno en funciones "no es el momento de modificar órdenes ministeriales".
Duro golpe para Acerga, desde donde reconocían que se "más o menos nos vamos como vinimos". A pesar de todo, la asociación decidió levantar los encierros que mantenían en los concellos de A Coruña, Porto do Son y Bueu. Su función era presionar para la reunión de Madrid, por lo que no seguirán con ello.
Mantienen de momento la acampada que lleva delante de la Xunta casi tres meses, aunque este mismo viernes debatirán en asamblea los pasos que seguirán en el futuro.
Una asamblea en la que también se tratará la propuesta de la Xunta de fijar un suelo mínimo para toda la flota gallega este año, algo a lo que nadie se opuso. A pesar de todo, desde Acerga hablan de un parche insuficiente, "un caramelo" que en algunos hará que se pase de tener "un día de pesca a dos"
Con todo, el cerco gallego ha arrancado del Ministerio que la sobrepesca de 2015 no será descontada de la cuota de 2016. Así, tendrán unas 1.000 toneladas más de jurel para pescar este año y unas 500 toneladas menos de caballa, apunta Blanco.
"Lo acogemos porque lo tenemos que acoger, pero es una burla para el sector", han señalado desde Acerga tras argumentar que estas cuotas suponen "lo que estaba previsto".