En Democracia Ourensana no están dispuesto a dejar que muera el caso en el que está citado como investigado el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, junto a la mujer que lo denunció por supuestamente ofrecerle un trabajo a cambio de sexo. 


En un sorprendente giro de la investigación, la denunciante pasó a estar citada por un supuesto delito de tráfico de influencias, el mismo por el que ahora se investiga a Baltar. 


Al pasar la denunciante a ser considerada como una posible co-autora del delito investigada, desde Democracia Ourensana temen que se llegue a un punto muerto. Más aún cuando el fiscal de la causa ha dejado clara su postura: cree que no existe delito y que la denunciante actuó llevada por sus ansias de venganza personales.


Por eso desde el partido político han decidido presentarse como acusación particular, ya que sienten la necesidad de tener información "más allá de lo que sale en los medios de comunicación". Entienden que las informaciones que se han ido conociendo en los medios son "suficientemente graves" para que "se tengan que aclarar los hechos y las circunstancias en las que se desenvolvieron".


Momentos antes de hacer efectiva la entrega del documento, el líder de D.O., Gonzalo Jácome, ha insistido en que "al final siempre es D.O. quien está en el ojo del huracán", en referencia a que su formación se ha quedado sola a la hora de personarse como acusación particular. 


Jácome confirmó que no hubo conversaciones con el resto de grupos presentes en la Diputación para presentarse como acusación conjunta, porque "no veían futuro en este caso" y justificó la postura de su formación política.


"Nosotros nos movemos por lo que vemos que está bien o está mal", ha defendido, para concluir que, en este caso, la formación observó que "podría haber un indicio de delito".

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