Por fin tenemos un breve respiro en el temporal que lleva azotándonos desde la semana pasada, dejando problemas de circulación, aldeas aisladas e incluso localidades que han pedido la declaración de zona catastrófica debido a las inundaciones. 


Pero que nadie se alegre demasiado antes de tiempo. Las precipitaciones nos darán un descanso, sí, pero las temperaturas serán muy bajas, se prevén problemas de circulación vinculados a las heladas. 


El miércoles entrará una borrasca que subirá un poco las temperaturas, pero será tan sólo el anticipo de un nuevo episodio de nieve, que Meteogalicia prevé muy "cuantioso". 


Después de esta nueva jornada de nevadas, en principio el panorama metereológico se tranquilizará y podremos disfrutar de unos días de descanso, con un fin de semana que se prevé tranquilo. 


LA NIEVE Y EL HIELO SIGUEN DIFICULTANDO LA CIRCULACIÓN


Las bajas temperaturas mantienen la nieve y el hielo en las carreteras gallegas, siendo la zona más afectada la de Pedrafita de Cebreiro, donde es necesario circular con precaución por la N-VI y la LU-633.


En las zonas montañosas de Lugo y Ourense la circulación está condicionada por las heladas, los servicios de emergencia trabajan repartiendo sal en distintas vías para evitar la formación de placas de hielo. 


Además, varias carreteras todavía no se han recuperado del temporal de los últimos días. Un desprendimiento de tierra y piedras mantiene cerrada por completo la LU-P-1410, que va hacia la parroquia de San Martín, en Cervantes (Lugo).


En Ourense, la autovía A-52 continúa afectada por el hundimiento de parte del pavimento y desprendimientos en las zonas de Melón --en el kilómetro 264 en dirección a O Porriño, con un carril cerrado--; y A Mezquita --en el kilómetro 115, con un carril cerrado--.


La misma vía, la A-52, también mantiene un carril de circulación cerrado en el kilómetro 301, a su paso por la zona de O Outeiriño, en Salceda de Caselas (Pontevedra), donde se ha registrado otro desprendimiento.





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