Archivo - Tubo de escape de un coche emitiendo polución.

A partir de enero de 2023, todos los municipios de más de 50.000 habitantes (y aquellas de más de 20.000 con especiales problemas de contaminación) estarán obligados a contar con una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). 

 

Así lo determina la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, por lo que tendrán que adoptar "planes de movilidad urbana sostenibles que introduzcan medidas de mitigación que permitan reducir las emisiones derivadas de la movilidad", recoge la normativa.

Una medida que afectará, según las previsiones, a tres de cada cuatro vehículos registrados en el país. Asimismo, los municipios con más de 20.000 habitantes que, por diversas razones, superen los límites contaminantes marcados por la ley también deberán aplicar este tipo de medidas.

 

Restricciones a vehículos contaminantes

 

En este sentido, "se entiende por zona de baja emisión el ámbito delimitado por una Administración pública, dentro de su territorio, de carácter continuo, y en el que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente".

 

Un total de 149 municipios tendrán que aplicar estas medidas para restringir la circulación a los vehículos más contaminantes, aunque algunas como Madrid, Barcelona o Pamplona ya cuentan con zonas de bajas emisiones. 

 

Como detalla el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, estas medidas afectarán prioritariamente a los vehículos con más potencial contaminante, "como son los vehículos A, y, progresivamente, a los vehículos B y C". Asimismo, añaden, "siempre respetando dicha jerarquía, cuando se permita el acceso de vehículos motorizados, se priorizará el acceso de los vehículos 0 emisiones".

 

 

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