El colectivo de celadores pontevedrés busca mejoras laborales que van desde contratos dignos hasta la "renovación total del parque de camillas y sillas de ruedas".

 

Proponen un encierro de 24 horas el próximo lunes 23 de enero en el hospital Montecelo de Pontevedra para llamar la antención sobre su situación. 

 

Foto: EP

 

Si ya de por sí la situación en la sanidad gallega era comprometida, las movilizaciones y protestas de los próximos días prometen agudizarla todavía más. Una de esas protestas tendrá lugar en en el Hospital Montecelo de Pontevedra y tendrá a los celadores del áreas sanitaria pontevedresa como tristes protagonistas, cansados de que sus reivindicaciones no sean atendidas. 

 

Tras semanadas intentando entablar un diálogo con la gerencia del área sanitaria, el colectivo de celadores de Pontevedra ha adoptado, tras la reunión mantenida esta semana, celebrar un encierro de 24 horas el próximo 23 de enero. El objetivo es obtener respuestas "por parte de la gerencia a una serie de viejas reclamaciones, las cuales todas ellas están sin cumplir y de las que son conocedoras tanto por el anterior gerente como por el actual, José Flores". 

 

"Las mismas se refieren a la prioridad en la renovación total del parque de camillas y sillas de ruedas tanto en Urgencias como en los quirófanos de Montecelo, a unos contratos dignos y a los nuevos habitáculos para celadores en el nuevo edificio como otro más específico para el colectivo", demanda Gustavo Olmedo Portela, portavoz del colectivo. 
 
Ya en clave autonómica, desde el sector denuncian "falta de voluntad política" para impulsar la Proposición No de Ley que busca situar a los celadores dentro de la categoría sanitaria. "Entendemos que es una auténtica anomalía que tengamos funciones sanitarias sin ser categoría sanitaria mientras que en Navarra existe dicha categoría mediante Decreto Foral del año 2016", ejemplifican. 

 
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