Un buen desayuno es la base de una alimentación saludable, como recuerdan desde Quirónsalud, que acercan una serie de consejos para afrontar la primera comida del día.

 

Cereales, lácteos y fruta deben ser los pilares del desayuno, como incide la dietista y especialista Elena Guedea.

 

Foto: EP

 

Acostumbrados a escuchar desde pequeños que el desayuno es la comida más importante del día, la ingesta del primer alimento de la mañana es un protocolo casi reverencial. Sin embargo, en España, habitualmente, dista mucho de los opulentos banquetes que vemos muchas veces en películas o series americanas. Tortitas, huevos, bacon, cereales, fruta, tostadas, galletas... Menús tremendos que, personalmente, si me tengo que comer de una sentada por la mañana, inmediatamente me tengo que volver a acostar. Sin embargo, tampoco es bueno empezar solo con un café y una galletas. Desde Quirónsalud tratan de despejar muchas dudas sobre el desayuno, para que sea saludable y equilibrado.

 

Pasamos muchas horas sin comer después de un sueño reparador, y esta comida básica aporta en torno a la cuarta parte de las calorías consumidas a lo largo del día. Elena Guedea, dietista de Quirónsalud, sostiene que el desayuno ideal "se puede realizar en dos tomas y debe incluir básicamente tres grupos de alimentos, cereales, lácteos y fruta".

 

"Los cereales son imprescindibles en el desayuno porqué tienen un alto contenido en hidratos de carbono, de absorción lenta, así como fibra, sales minerales y vitaminas del grupo B. Se recomienda que el pan, cereales de desayuno y tostadas sean integrales y, ocasionalmente, cambiarlo por galletas", sugiere Guedea. Incorporar aceite de olvia a la dieta y lácteos como la leche, el yogur o el queso y la fruta -siempre recomendable que sea de temporada- son otros elementos positivos porque suponen un plus de calcio y vitaminas, además de regular el tránsito. 

 

El desayuno, además, "mejora el estado nutritivo" y "ayuda a controlar el peso". "La costumbre de no desayunar o realizar un desayuno insuficiente conduce a comer más en la comida o picar entre horas", subrayan desde Quirónsalud. Además, un buen desayuno "permite un mejor reparto de energía", lo que nos ayuda a llegar al final del día con más energía y menos fatigados, contribuyendo a su vez a mejorar el rendimiento escolar, físico e intelectual. 

 

 

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