Foto: Meteogalicia

 

Si trazamos una línea recta desde Finisterre hasta Nueva Escocia hay más de 4.100 kilómetros de distancia. Cruzar el Atlántico desde Galicia hasta Canadá es una travesía larguísima, pero que el humo de los grandes incendios forestales del país norteamericano ha cubierto en cuestión de unos días, hasta llegar al Viejo Continente y afectar sensiblemente a nuestro clima. 

 

Hoy la comunidad gallega amaneció cubierta por una capa de humo llegada desde el otro lado del charco, perceptible desde casi cualquier punto de Galicia. A última hora del domingo ya se fue haciendo visible en el cielo y esta mañana el "smog", como lo denominan en voz inglesa, ya evitaba que los rayos de sol penetrasen en todo su esplendor. 

 

Foto: EP

 

Meteogalicia advirtió de la presencia de estas partículas en suspensión, producto de los incendios de Canadá en una oleada de estos grandes fuegos sin precedentes y que está provocando un daño ecológico irreparable ya no solo para el país norteamericano, sino para el conjunto del planeta.

 

Esta gran nube de humo está presente en las capas más altas de la atmósfera y, si bien no supone un gran riesgo para la población, sí que es un inconveniente reseñable. Al tiempo, es también una oportunidad para poner a prueba las últimas tecnologías, capaces de localizar estos humos y estudiar su posible recorridos. El observador europeo Copernicus dibuja un panorama en el que la nube de humo nos acompañará durante, al menos, dos jornadas más, pero debilitándose con el paso de los días.  

 

 

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