Alberto Varela | Foto: EP

 

Viene de ser reelegido presidente de la FEGAMP en un proceso que se resolvió in extremis. En esta clase de situaciones, y visto el panorama político actual, no sé si es más conveniente darle la enhorabuena o el pésame.

(Risa) Lo que hace falta es poner un poco de calma a las cosas. No hacen ningún favor aquellos que hablan con insultos, con palabras grandilocuentes, tratando de sembrar temor. En mi opinión no hacen ningún favor a la política ni a la democracia, que es lo que corresponde, y que en la Federación, por la parte que me toca, trabajar de una manera serena como se hizo siempre y con el objetivo claro: tratar de conseguir las deudas pendientes con la administración local, que es lo que haremos. Y, por supuesto, mantuvimos el acuerdo alcanzado con la otra formación, el BNG, con quienes presentamos la lista compartida. 

 

¿Qué ocurrió para que hubiese esa fractura en el acuerdo para su reelección? ¿Es el “madridcentrismo” capaz de colarse y arrastrar un debate como el de la FEGAMP?

Lo contestas tú mismo. Estoy plenamente convencido de que las decisiones tomadas por el Partido Popular de Galicia responden a instrucciones de Madrid. De otra manera no tiene sentido, porque las Federaciones son organismos en donde todos estamos voluntarios, en donde llevamos trabajando las formaciones políticas en estos cuatro años tratando de mejorar la financiación, limitar las competencias o abandonar competencias impropias que asumimos las administraciones locales. Por nuestra parte vamos a seguir trabajando así y esperando que el resto no caiga en esa tentación de dejarse influir por las tensiones que se están propiciando por parte de la derecha y la extrema derecha. 
 

Es la primera vez en la historia de la Fegamp en la que hay una reelección. Supongo que dice mucho, tanto del recorrido que ha hecho como de la dificultad que entraña el cargo.

No lo sé. Es difícil hablar del trabajo de uno, porque la FEGAMP no es solo un presidente, sino que hay unos portavoces en donde están representadas todas las formaciones y una ejecutiva. 

 

Es verdad que tuvimos un mandato especialmente complejo en donde tuvimos que echar una mano en una situación inédita como fue la pandemia y en donde la Federación jugó un papel importante en su ayuda a los concellos. Ahora estamos en otro momento muy importante para la administración local porque ya dijimos en varias ocasiones y alertamos muchos concellos, si no hacemos una reflexión sobre la reforma de la financiación local, de tomarnos más en serio los fondos con los que contamos los concellos para la gestión de los servicios que se nos imponen desde otras administraciones, y hacemos un estudio serio y riguroso de las competencias que tiene que asumir cada uno y con qué recursos vamos a contar, habrá que ver si hay servicios que se ponen en riesgo y con cuales no se podrá contar. 

 

"VA A SER DIFÍCIL QUE NO HAYA INTERFERENCIAS"

Habla de un mandato complejo, que comenzó con Alberto Núñez Feijóo presidiendo la Xunta y lo acabó con Alfonso Rueda en su lugar. ¿Percibió algún tipo de cambio en las relaciones con el cambio de presidente?

La relación desde luego hay que valorarla por los resultados obtenidos. Hasta ahora no se aprecia ningún cambio en la relación con los concellos. Llevamos reivindicando, no ya a esta dirección, sino en cada asamblea en la que se renueva la dirección y se aprueban los relatorios por los que se rige esa nueva dirección, se nos encargó desde hace años que los fondos de cooperación local, aquellos que concede la Xunta siguiendo criterios objetivos, aumenten. Hasta ahora se hizo caso omiso. Tampoco hubo avances en torno al pacto local firmado en 2006 y en donde, por ejemplo, la Xunta debía asumir el mantenimiento de los centros educativos. Poco se avanzó en eso. No conseguimos que se atienda todavía la situación precaria de un servicio tan importante como el de ayuda en el hogar. Entonces…Poca diferencia puede haber entre un presidente y otro en lo que a la relación con los municipios se refiere. 

 

Alberto Varela junto a Alberto Núñez Feijóo | Foto: EP

 

Este curso político tendrá muchos frentes abiertos, con las elecciones gallegas todavía por definir pero a la vuelta de la esquina. ¿Fue la asamblea de la semana pasada una previa de lo que se viene?

La Federación debería poder abstraerse y conseguir trabajar de manera independiente de lo que ocurra con esas elecciones autonómicas que podrían celebrarse pronto. Los objetivos de la FEGAMP son tratar de conseguir competencias, acompañadas de financiación, conseguir más financiación… No debería influir la proximidad de unos comicios.

 

Dicho todo esto: tengo claro, por la experiencia de estos cuatro años, va a ser difícil que no haya ningún tipo de interferencia o que alguna parte pueda medir los tiempos políticos para determinadas acciones. Seguro que va a interferir, aunque no debería ser así. 

 

¿Cuál va a ser el principal caballo de batalla esta legislatura? Supongo que aspectos como la financiación y la distribución de competencias que ya citó. 

Trataron de serlo los cuatro años anteriores, pero fue una legislatura compleja marcada por la Covid. Parte de ese mandato no permitió trabajar en cosas fuera de los esfuerzos en los que estábamos centrados las administraciones. Siempre tratamos de echar una mano, de aplicar las medidas sanitarias que imponían otros pero que teníamos que gestionar los alcaldes y alcaldesas, de dar ayudas al comercio local mucho antes que otras administraciones, habilitar teléfonos 24 horas mucho antes de las administraciones…todo eso hicieron muchísimos concellos gallegos. 
 

Ahora es otro momento, que nos lleva a pensar que si no se toman en cuenta nuestras reivindicaciones será muy difícil que se sigan prestando algunos servicios o, al menos, se van a prestar de una manera más precaria. Cuestiones evidentes como la dependencia, que es el servicio más demandado con el servicio de ayuda a domicilio, de mantenimiento de centros educativos…muchas cosas que en donde se delega la responsabilidad aunque no tengamos la capacidad de gestión y la competencia. Estamos haciendo cada vez un mayor esfuerzo económico y llegará un momento en el que no seamos capaces de afrontarlo. Somos también la comunidad autónoma en la que los municipios tienen que hacer un mayor esfuerzo en nuestros servicios sociales en Atención Primaria. Cada vez tenemos que dedicar más recursos y llegará un punto en el que las arcas municipales no resistan.

"Estamos haciendo cada vez un mayor esfuerzo económico y llegará un momento en el que no seamos capaces de afrontarlo"


NEXT GENERATION, SUPRAMUNICIPALIDAD, FIJAR POBLACIÓN...

En ese plano económico los Fondos Next Generation son vistos por muchos ayuntamientos como su salvavidas para afrontar proyectos de calado. ¿Qué papel puede jugar la FEGAMP para su gestión?

La FEGAMP, por primera vez, fue quien de conseguir fondos europeos a través de proyectos para beneficiar a distintos concellos en varios puntos. Esto no se había hecho nunca. Tuvimos también un papel fundamental en informar de las convocatorias que iban saliendo y de tenerlos al día de las oportunidades que suponían. Tenemos claro, y así lo dijimos, los Next Generation no son un ‘Plan E’ como el que hubo en su día, sino que contaba con distintas líneas con distintos objetivos, algunos enfocados a concellos más grandes, como la descarbonización, y otros en cambio estaba orientados a tratar de fijar población en localidades más despoblados. 
 

Otro punto es la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, para la que se necesita un gran acuerdo estatal. Ahora, con los cambios en la FEMP, tal vez sea más difícil de abordar. ¿Ha tenido oportunidad de hablar con María José García-Pelayo Jurado?

Tuve oportunidad de hablar con la presidenta de la FEMP cuando compartimos unos minutos en una gala de premios en Madrid donde ambos fuimos condecorados. Hablamos de los retos que tiene la FEMP, como tuvimos en la FEGAMP, que tiene en la Xunta a su interlocutor principal, mientras que a ellos les toca tratar con el Gobierno de España. Los retos que tienen que abordar, que son parecidos a los nuestros, son la reforma de la Ley de Bases del Régimen Local, del año 1985 que en nada se parece a las competencias que asumimos ahora los concellos, y la reforma del sistema de financiación de las administraciones locales. Somos las que vertebrados el territorio pero necesitamos recursos y clarificación de competencias para poder cumplir adecuadamente.
 

Galicia tiene muchos condicionantes y uno de ellos es la dispersión geográfica que existe, algo que usted como alcalde de Vilagarcía conocerá mejor que nadie. En este sentido, creo que los gobiernos locales deberían tener una palabra como elemento central: supramunicipalidad. ¿Coincide? 

Coincido plenamente en el papel que pueden jugar las comunidades. Otra cosa es si hablamos de la fusión de municipios, porque la realidad demostró, al menos en Galicia, que no podemos calificarlo como un éxito, porque se fusionaron muy pocos en estos años pese a los incentivos económicos que les ofrecían. Influyen muchas cosas, como la identidad que tiene cada uno en su territorio. Es más complejo. Pero las mancomunidades, aquellas que están funcionando como la de O Salnés, pueden ser un elemento que ayude mucho. Con servicios mancomunados, con políticas del fomento del turismo de un área…son vías que hay que potenciar en el futuro, el trabajo conjunto de los concellos a través de las mancomunidades. 

Las mancomunidades pueden ser un elemento que ayude mucho; son vías que hay que potenciar en el futuro

 

Otro condicionante es el envejecimiento de la población y el abandono del rural. ¿Cuál es la propuesta para combatirlos? Pasará inevitablemente por garantizar los servicios…

Nosotros tratamos de ayudar y tenemos muy presente esto. Lo hemos advertido a la Xunta y la Estado. La Xunta se había comprometido a crear un fondo de reequilibrio territorial que todavía no existe. Al Estado se le pide que tenga en cuenta en las transferencias nuestra situación de dispersión y envejecimiento. Desde luego, para fijar población es necesario dotarlos de servicios, evidentemente, y si hablamos de nuestros mayores hay que estar centrados en servicios asistenciales. 
 

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