La implantación en el municipio de Pontevedra de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) tendrá "cero consecuencias" para los vecinos de la ciudad, según ha explicado el concejal responsable de Movilidad, César Mosquera, que ha insistido en que la ciudadanía no notará "cambio alguno" a la hora de circular con sus vehículos.

César Mosquera ha recordado que esta ZBE lleva activa en Pontevedra desde el pasado 1 de enero, siendo esta ciudad, junto con Madrid y Barcelona, las únicas que cumplieron "a tiempo" los plazos fijados por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

Recientemente, el concejal de Movilidad ha presentado las señales que identificarán toda el área urbana de Pontevedra como Zona de Bajas Emisiones y que comenzarán a colocarse "lo antes posible" al igual que la instalación de más cámaras de control del tráfico.

La señal pontevedresa tendrá ligeras modificaciones con respecto al modelo propuesto por la Dirección General de Tráfico (DGT) e incluirá un coche con la emisión de gases, que indica que los vehículos que no sean "tráfico necesario" o servicios no tendrán autorizada la entrada en estas zonas de bajas emisiones. Este distintivo, que prioriza el uso de la lengua gallega, incluirá también estas instrucciones en otros tres idiomas: castellano, inglés y portugués.

UNA MEDIDA "CHAPUCERA"
La polémica ha surgido cuando el portavoz municipal del Partido Popular, Rafa Domínguez, ha alertado de la posibilidad de que se puedan imponer multas por circular por Pontevedra, al entender que la ZBE elegida es una medida "chapucera", puesto que mientras la mayoría de las ciudades españolas acotó estas zonas a un pequeño núcleo urbano, Pontevedra decidió "nadar a contracorriente" y situar en "riesgo de sanción" a los conductores que circulen por una gran parte de la ciudad.

El PP exigió entonces al gobierno local "claridad" y que explique "exactamente" qué régimen sancionador se seguirá en Pontevedra.

En este sentido, César Mosquera ha insistido en que la instalación de las señales identificativas de estas zonas "sólo responde a una petición de la DGT", para que se homologuen estos distintivos en todo el país, y ha aclarado que su aparición en las vías urbanas pontevedresas "no va a cambiar nada" ya que los conductores podrán seguir circulando por la ciudad "como llevan haciendo en los últimos años", ya que la "tercera vía" aprobada para Pontevedra no obliga a pagar por circular ni a tener vehículos con eco etiquetas para acceder a estas zonas de bajas emisiones.

Con respecto al "choque normativo" que puedan tener aquellos conductores que procedan de otras ciudades con un modelo diferente, Mosquera ha reconocido que puede ser así, "como ya pasa ahora" con las áreas definidas como de prioridad peatonal, por lo que estas personas "tendrán que informarse y comprobar las limitaciones", una circunstancia que el edil del BNG ve "inevitable" para cumplir la ley.

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