Foto: EP

 

"El problema radica en su atractivo para los jóvenes, con una variedad de sabores que los hacen irresistibles. Su uso continúa expandiéndose peligrosamente", sostiene. 

 

El humo de las cachimbas es peligroso porque contiene niveles elevados de monóxido de carbono (CO), metales pesados y sustancias cancerígenas, aumentando significativamente el riesgo de desarrollar cáncer o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

 

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