La vuelta de las vacaciones en Catalunya será 'movida'. Si el mes de septiembre siempre es agitado por la controversia de la Diada durante los últimos años, este 2016 sin duda vendrá cargado de aconteciemientos políticos de relevancia.
El Govern va a trabajar por la independencia en tres frentes: el judicial, el parlamentario y en las calles aprovechándose también de la inestabilidad política del resto de España, que sigue pendiente de una sesión de investidura y de la constitución de un Gobierno.
Según han desvelado fuentes cercanas al Govern de la Generalitat, el Ejecutivo de Puigdemont está trabajando para diseñar un contundente calendario de actuación a partir de que se reabra la actividad parlamentaria.
Sin ir más lejos, el mismo Puigdemont dejó claro este domingo que sigue con la firme intención de tirar adelante con el proceso soberanista. "Somos portadores de los anhelos de la generación de la Renaixença y mantendremos la llama hasta conseguir el objetivo final de tener un país libre", declaró durante el CXXV aniversario de la Casa del Comú de Das (Girona).
La hoja de ruta es clara y firme y pasa por los siguientes tres ejes fundamentales: la defensa de Forcadell ante el TC, convocar una Diada independentista de gran impacto y aprobar las leyes de ruptura -Hacienda, Seguridad Social y Transitoriedad Jurídica y Proceso Constituyente-.
En primer lugar, Puigdemont quiere iniciar una guerra contra el TC después de que éste haya decidido bloquear el pacto para la desconexión con España aprobado en el Parlament. En este sentido, la Generalitat presentará un recurso contra dicha suspensión para ganar tiempo y poder constinuar con la tramitación.
Además, el Govern pondrá sus servicios legales al servicio de Carme Forcadell, ante cualquier sanción que se le pueda imponer. Desde el equipo de Puigdemont se sostiene que "no puede ser castigada por el mero hecho de aceptar un debate parlamentario".
En segundo lugar, continuarán con la tramitación de las leyes de desconexión. Es decir, la que permita crear una Agencia Catalana de Protección Social, que permitirá la creación de una Seguridad Social propia. Después de ésta, se llegaría al registro y aprobación de otras dos resoluciones: la de Transitoriedad Jurídica y la del Proceso Constituyente, que dotarán a la región de leyes y constitución propias.
Por último, quieren conseguir que la Diada continúe con el peso independentista y muestre con claridad que el proceso no está decayendo. Para ello, no descartan contactar con la Asociación de Municipios por la Independencia, con el objetivo de que acudan a Barcelona el mayor número posible de personas procedentes de otros lugares de Catalunya.
Con todo este escenario se pretende mostrar la fuerza del proceso también porque el próximo 28 de septiembre Carles Puigdemont se somete a una cuestión de confianza, clave para que el Govern continúe adelante. Y, como ya se sabe, la CUP ha condicionado su voto a favor a que se den "pasos decisivos" a favor de la independencia.