El gobierno local de Ourense ha manifestado su intención de cerrar el actual Centro de Información Municipal á Muller (CIM) y proceder a su traslado al edificio municipal de la Praza de San Martiño, porque la sede donde se encuentra actualmente tiene pendiente acometer obras para la eliminación del gas radón. Sin embargo, la oposición teme "un desmantelamiento" del servicio.
Esta situación se dio a conocer en una junta de área en la que el BNG consultó precisamente sobre la erradicación del gas radón del actual edificio, situado en el barrio de O Couto.
Para la formación nacionalista, la respuesta dada por el concejal delegado de que no se va a llevar a cabo ninguna inversión por "no tratarse de un edificio municipal" supone "un paso atrás y un nuevo golpe a las personas más vulnerables del ayuntamiento, las mujeres víctimas de violencia machista".
Señalan además que el edificio en el que actualmente se ubica el CIM fue cedido por un plazo de 30 años por la Fundación Villanueva Lombardero al Ayuntamiento, para su rehabilitación y su uso. Ahora, tras 13 años desde ese momento, el gobierno municipal "no quiere invertir 200.000 euros para la eliminación del gas radón, al tiempo que lapida miles de euros en cuestiones banales".
"Estamos ante un servicio que debe prestarse con las máximas garantías de intimidad y confidencialidad para las víctimas, en un entorno agradable y tranquilo, requisito que cumple el actual emplazamiento", dice el portavoz municipal del BNG, Luis Seara, quien además apunta que en la nueva ubicación "también hay altos índices de gas radón".
La opinión coincide con la vertida por el Partido Popular, desde donde la portavoz, Noelia Pérez, denuncia que "al alcalde no le importan las mujeres" y que en concreto la atención de las usuarias que emplean este centro de información municipal "no se puede tratar como si fuesen servicios administrativos".
Para los populares, este cambio "es un paso más en el desmantelamiento de los servicios sociales" y en la atención a las personas "que están llevando adelante el alcalde y su grupo de gobierno", una situación que "supone un retroceso en los derechos de las mujeres ourensanas".
"El alcalde tiene dinero para todo, pero no para mejorar un servicio tan indispensable como el CIM, que en buena parte está subvencionado por el gobierno de la Xunta de Galicia", reprocha Pérez, denunciando que "las mujeres y más las que acuden al CIMM no merecen este desprecio ni este ataque a sus derechos".
En la misma línea se han pronunciado desde el PSOE, que tacha esta decisión de "auténtica aberración y afrenta política" por "falta de voluntad y sensibilidad para acometer obras menores para la eliminación del gas radón".
A preguntas de los socialistas, el gobierno municipal dio a conocer que el traslado "se hará esta semana" y desde la formación denuncian "la falta de idoneidad y de la garantía imprescindible de confidencialidad de las nuevas instalaciones para atender a las personas usuarias".