En la presentación de este 18 de julio de Cobre San Rafael habrá muchas ausencias. Grupos ecologistas y muchos vecinos de Touro y O Pino no formarán parte de esta puesta de largo, pero tampoco los miembros del Sindicato Labrego Galego, llamados a dar respaldo a un proyecto que choca frontalmente con los intereses de la organización, que ha hecho pública su decisión de "declinar participar en la presentación".
LA PIE, "UNA ALFOMBRA"
Para el SLG este "nuevo proyecto" es prácticamente un copia y pega del anterior, ya que "sigue teniendo el mismo emplazamiento entre el Camino de Santiago y la cuenca del río Ulla, acaparando terrenos agrarios en producción que generan empleo y producción de alimentos".
De igual manera, censuran que la propuesta de la macromina haya sido declarada Proyecto Industrial Estratégico (PIE), lo que interpretan como "una alfombra para poder obtener fondos públicos de manera prioritaria, para limitar el acceso a la documentación y los tiempos de información pública, para limitar los derechos de la población a los derechos sobre sus tierras y también un beneficio para modificar la Xunta directamente los usos de los terrenos y facilitar las expropiaciones".
El sindicato, invitado a la cita, no participará en la misma para defender "los intereses de la población vinculada a las actividades agroganaderas e industrias agroalimentarias", como ya hizo en el inicio de la primera intentona "hace siete años".
EFECTOS SOBRE EL AGUA, SOBRE EL TURISMO, LA ECONOMÍA...
"El SLG no va a contribuir en el blanqueo", reiteran, considerando que el proyecto, denegado en 2020, tiene hoy la misma viabilidad que en el momento en el que la Xunta bloqueó su apertura, entre otras cosas, por los efectos de la actividad minera sobre los recursos hídricos. Eso sí, hacen hincapié en que este intento abarca una superficie "más grande", incorporando suelo urbano que "según el PXOM del Concello de Touro no cuenta entre sus usos permitidos la actividad minera", mientras que otras parcelas corresponden a suelo rústico de especial protección agropecuaria.
En esa línea, lleva la pelota al tejado de la Consellería de Cultura, responsable de autorizar con sus informes la compatibilidad de la actuación con las calificaciones actuales del suelo, afectando también directamente al recorrido de los peregrinos en el Camino de Santiago, así como de los informes de Augas de Galicia.
"La reapertura de la mina, como ya ocurría con el proyecto denegado, supone la destrucción de empleo agrario, ganadero y la puesta en riesgo de industrias agraolimentarias y, en consecuencia, un problema para el mantenimiento del empleo y del arraigo de la población en estos ayuntamientos que tendrá unas negativas repercusiones en el desarrollo socioeconómico de la comarca vinculada a actividades totalmente incompatibles con la minería además de suponer la expulsión de la población", zanjan desde el sindicato.