Un acusado de estafar más de 160.000 euros en la venta de palets de vino ha admitido los hechos y ha exculpado a su entonces mujer, en el juicio fijado para esta semana en la Audiencia Provincial de A Coruña.
En su declaración, ha indicado que la que era su esposa en el momento de los hechos no era consciente de que él estaba engañando a otras personas y ha añadido que ella "nunca" se había dedicado al mundo del vino. Además, ha reconocido que usaba "a veces" la cuenta bancaria de la que la mujer era titular y que "no le decía nada".
Frente a la versión del exmarido y de la defensa de esta procesada, que rechaza que supiese algo, una de las estafadas ha asegurado que esta sí tenía conocimiento de los hechos.
"Ella estaba enterada de todo porque yo se lo conté siempre", ha recalcado para apuntar que también le comunicó que "había mucha más gente afectada". Ante esto, ha relatado que la procesada le dijo: "Es el padre de mi hijo y lo voy a apoyar siempre".
En su escrito de calificación, Fiscalía plantea para el hombre una petición de nueve años de prisión por los delitos de falsedad en documento mercantil, uno continuado de estafa y un delito leve de hurto y en el caso de ella -- que declarará en la última de las sesiones del juicio -- cuatro años de cárcel como cooperadora necesaria de estafa, en línea con las acusaciones.
HECHOS
Según relata Ministerio Público, la pareja actuaba "conjuntamente con ánimo fraudulento", haciéndose pasar uno de ellos por "representante de una empresa vinícola y futuro empresario bodeguero".
Ambos, explica, suscribieron el 20 de julio de 2016 un contrato de inversión y colaboración con una de las víctimas "cuyo objetivo era la rápida obtención de beneficios con la venta de palets de vino". El perjudicado entregó 34.960 euros y acordó con los procesados sucesivas aportaciones.
"Para reforzar la creencia de que había sido una inversión fructífera", continúa Fiscalía, el procesado entregó al hombre en julio de 2017 un pagaré de 24.000 euros "que nunca fue abonado". El mismo "había sido sustraído de unas oficinas" de un restaurante de Oleiros (A Coruña), de donde se había llevado "al menos otros tres pagarés".
Los acusados repitieron esta operación con otras víctimas y "simularon la compraventa de una bodega y un viñedo para la explotación vinícola".