La doctora Belén Moliner, directora médica del Instituto de Rehabilitación Neurológica (IRENEA) de Vithas Vigo, destaca que el tamaño y la textura de las uvas, junto con el ritmo acelerado de las campanadas, representan un riesgo significativo para la seguridad, particularmente en niños y personas mayores. "Es fundamental preparar las uvas adecuadamente, retirando semillas y cortándolas en trozos pequeños para evitar accidentes", señala Moliner.
El consumo de uvas no solo afecta a los más vulnerables, ya que los adultos también corren riesgos al masticar de forma apresurada o hablar mientras comen. Por ello, la especialista insiste en la importancia de mantener la calma y no acumular las uvas en la boca, además de prestar especial atención a los menores y las personas mayores con dificultades para tragar.
La importancia de una actuación rápida
A pesar de las precauciones, los accidentes pueden ocurrir, y en estos casos, la rapidez es fundamental. "Conocer maniobras de primeros auxilios como la maniobra de Heimlich puede salvar vidas y prevenir secuelas graves", subraya la Dra. Moliner. Esta técnica, que consiste en aplicar presión abdominal para liberar las vías respiratorias, debe ejecutarse de inmediato mientras se contacta con los servicios de emergencia.
El tiempo es un factor crítico en estos casos. La experta advierte que más de cinco minutos sin oxígeno pueden causar lesiones cerebrales irreversibles y que, tras diez minutos, el riesgo de muerte cerebral es extremadamente alto. "Cada segundo cuenta, y actuar rápidamente puede ser la diferencia entre una recuperación completa y un daño permanente", explica.
Desde Vithas Vigo también recuerdan que los atragantamientos pueden provocar anoxia cerebral, es decir, falta de oxígeno en el cerebro, lo que puede derivar en secuelas neurológicas graves como trastornos motores, visuales o cognitivos, e incluso alteraciones de la conciencia.
Tratamientos personalizados y el papel de las familias
En el caso de que un atragantamiento derive en lesiones neurológicas, el Instituto IRENEA ofrece programas de rehabilitación adaptados a cada paciente. Estos incluyen terapias físicas, estimulación cerebral no invasiva y el uso de tecnología avanzada, además de un apoyo continuo a las familias, cuya implicación es clave para lograr resultados terapéuticos exitosos.
"La rehabilitación es un proceso que requiere un enfoque integral. No solo tratamos las secuelas físicas, sino también las cognitivas y emocionales, asegurándonos de que tanto el paciente como su entorno estén involucrados en el proceso", comenta la Dra. Moliner.
Desde el hospital insisten en la importancia de la concienciación y la formación para evitar tragedias en celebraciones como la Nochevieja. "Conocer las maniobras de primeros auxilios, identificar un atragantamiento y actuar con rapidez son pasos esenciales para prevenir desgracias", concluyen.
La clave, según los expertos, está en disfrutar de las tradiciones con responsabilidad. Pequeñas precauciones, como cortar las uvas o evitar hablar mientras se mastican, no solo protegen la salud, sino que garantizan que la celebración sea segura para todos. “La prevención no arruina la fiesta, sino que asegura que podamos disfrutarla con tranquilidad”, finaliza la Dra. Moliner.