Estás en plena gira de presentación y ya has tenido oportunidad de estar con los lectores. ¿Cómo están siendo y qué reacciones te estás encontrando entre los lectores?
Estamos empezando con las presentaciones todavía porque el 16 de enero fue la presentación del libro. Vamos a tener más presentaciones ahora en enero y a lo largo de febrero. De momento los lectores están reaccionando muy bien. Me están enviando mensajes aquellos que lo han terminado ya. Y está gustando mucho, o sea que muy bien. Yo estoy contento, ellos también… ¡Todo estupendo!
Dices que no hay ninguna novela que se parezca a Amnesia. Imagino que eso supone un gran trabajo detrás de la misma para buscar algo fresco en un momento en el que el género está tan explotado. ¿Cuánto tiempo llevó construir Amnesia con todos sus recovecos y giros?
Lo que es la base, que es de lo que puedo hablar, sí que no encuentro ninguna similitud. Así como en la anterior, en ‘El Manipulador’, te podría haber dicho que se parece a alguna novela de investigación policíaca o algún relato de Sherlock Holmes. Puedes encontrar ahí parecidos, pero lo que es la base de ‘Amnesia’, de lo que parte, no conozco nada. Luego ya cuando vas entrando…ahí ya es donde no puedo hablar, porque sería hacer spoiler porque en ese momento ya sí te puede recordar a alguna otra historia.
En lo que se refiere al proceso de construcción fue algo bastante de darle vueltas a la cabeza para ver cómo dar los giros y cómo hacer que encajasen todas las piezas. Porque al final a mí lo que me gusta es construir historias de este tipo, que van soltando detallitos, a lo mejor a algo no les das importancia y al final ves que todo encaja.
¿Y te has encontrado con algún lector que te haya dicho que ha tenido que darle para atrás para el libro, para tratar de encajar aquello que pasó por alto y a lo mejor tuvo importancia más adelante?
No con ese caso concreto, pero sí de esto de que los lectores se dan cuenta que esta pieza que pensaba que no tenía importancia, pues que al final en el momento en que la ataba, la ponían dentro del puzzle y les encajaba, se acordaban de ella.
Acostumbramos a pensar en los thrillers novelas que están ambientadas en una gran ciudad, arrastrados por la idea de que todo tiene que ocurrir en Madrid o Nueva York. Tú escoges A Coruña como ya hiciste con Santiago. ¿Se prestan las ciudades gallegas a esta clase de historias?
Son dos lugares que conozco, ciudades que me gustan, que conozco y sitios que pueden prestarse también a algunas necesidades de guión. Si hace falta algún aeropuerto, por ejemplo, busco aquello que resulte lo más verosímil posible en lo que es el mundo real.
El libro está narrado en primera persona a través de Arturo, casi como un diario, por lo que vemos, oímos y sentimos lo mismo que él, por lo que toda la información que tenemos de los demás personajes es sesgada. ¿Cómo es ese equilibrismo de un escritor a la hora de construir a un personaje como Arturo y dibujar, digamos solo a medias, al resto?
El tema de la primera persona, además en tiempo presente, creo que hace que sea más inmersiva la historia. Casi incluso más que un diario, porque los diarios tú los escribes ya en función de tus recuerdos. Aquí es como si el lector estuviera en la mente de Arturo, como si viviera las cosas en el momento en que le pasan a él. A medida que avanza la historia el lector ve todo lo que a él le pasa según su perspectiva, su punto de vista, sus ojos y su cabeza. En este sentido es otro tipo de forma de construir la historia, completamente distinta a una tercera persona en el pasado, por poner un ejemplo.
Sí que requiere que tienes que construir el tono del personaje, porque el narrador y el personaje son lo mismo. En otros casos no, en otros casos tenemos por un lado al narrador y por otro lado al personaje, entonces ahí puede haber ciertos cambios de registro y demás. En este caso tienes que mirar que todo sea coherente y las expresiones que se mantengan a lo largo de toda la narración para que encajen con el personaje.
MEMORIA Y SALUD MENAL
Mencionas la memoria, algo que tiene mucho peso en la narración, marcando la diferencia entre cómo recordamos las cosas y cómo sucedieron en realidad, ¿no?
Ese es el tema. Cuanto más intentamos recordar algo, más se aleja de la realidad. Eso es un hecho, es así como funciona. Pero esto va más allá, esto ya va hasta el punto de que Arturo recuerda cosas, digamos, trascendentales, que al final según él ocurrieron de una forma y le están contando que ocurrieron de otra muy distinta. Y, además, no habla de lo que pasó hace 20 años, sino de lo que pasó, a lo mejor, anteayer. Entonces, ¿en quien confías cuando tus recuerdos no encajan con lo que te cuentan? Es lo que le da el impulso inicial a la historia.
Eres publicista de formación. ¿Influye mucho tu experiencia en este campo a la hora de escribir? Lo digo porque es un ámbito en el que también se juega mucho con la sorpresa, con la seducción…
Sí, pero también estudié neurociencia aplicada. Vaya por delante que no soy neurocientífico ni científico ni nada así, pero sí que estudié cómo funciona todo el tema de la memoria o el pensamiento creativo, la parte de las emociones y demás. Entonces, sí que estudié bastante cómo funciona también, entre otras cosas, la sorpresa, el asombro, el suspense.
Analizo todos estos aspectos porque cuando consumo una historia, sea a través de un libro, una serie, una película, pues analizo cómo es eso. Si algo me mantiene a mí el suspense, después me paro a pensar: “¿Por qué esto me mantuvo en suspense?”. A lo mejor lo vuelvo a ver, lo analizo. y eso después es algo. Son lecciones que acabas interiorizando y después puedes trasladar a las historias que escribes.
Entonces, imagino que estás siempre con la antena puesta a ver qué te puede llamar la atención y cómo puedes aplicarlo en el futuro.
¡Sí, sí, por supuesto!
Pones sobre la mesa el valor de la salud mental y la fragilidad de la misma. Sigue siendo un tema tabú en muchos sentidos, aunque también parece que poco a poco deja de estar demonizado, en parte porque lo vemos en tantos personajes en el cine o en la literatura van al terapeuta. Supongo que es uno de los grandes valores que tiene la cultura, crear esta clase de referentes…
Es un tema que sigue silenciado, sí. Igual que a lo mejor tienes un problema de estómago y puedes tratarlo, el estómago es un órgano, el cerebro es otro órgano y los dos pueden tener determinados problemas que hay que tratarlos con naturalidad.
¿PRONTO EN CINES?
Tanto ‘El manipulador’ como ‘Amnesia’ son material más que interesante como para llevarlos al cine o a la pequeña pantalla. ¿Hay algún acercamiento en ese sentido?
¡Buf, mentalmente sí! Ojalá llegue a pasar. Creo que son historias que las plataformas de streaming pueden llevar a un formato como el de las miniseries o algo así. Yo creo que se prestan bastante. Mi puerta está abierta para hablarlo.
2024 fue el debut, 2025 la consolidación. Aunque ahora toca disfrutar de los frutos de ‘Amnesia’...¿hay algo ya en el horno?
Algo sí hay en el horno. Concretamente hay dos historias a las que le estoy dando vueltas. Obviamente me tendré que decantar por una, eso no quiere decir que la otra desaparezca, sino que todo tiene que ser a su debido tiempo. Tengo que ir por orden, entonces ahora tengo que elegir por cuál. Pero a lo mejor se me ocurre otra y me decanto por ella al final, de forma que estas dos las dejo aparcadas. Pero bueno, eso pronto me pondré con ello y bueno, espero que también pronto esté ahí donde están ahora ‘El Manipulador’ y ‘Amnesia’.