El pleno del Ayuntamiento de Santiago ha aprobado, de forma inicial, la ordenanza de gestión de los residuos de competencia municipal, con los votos a favor de BNG, Compostela Aberta y los ediles expulsados por el PSdeG. Los socialistas Gumersindo Guinarte y Marta Abal se ausentaron de la reunión al no abordar el paso a no adscritos de los díscolos, mientras el PP se ha abstenido.
El concejal de sostenibilidad ambiental, Xesús Domínguez, ha explicado que ahora, la ordenanza estará a exposición pública durante el plazo de un mes y el gobierno municipal pretende tener "en cuenta" las alegaciones, con la vista puesta en lograr una "mejor gestión" de los residuos.
Una de las integrantes del PSdeG local expulsadas por el partido, Mila Castro, ha calificado el documento de "bueno" para actualizar la normativa, de ahí el voto favorable suyo y de sus compañeros.
Frente a esto, el concejal del PP Adrián Villa ha criticado que "Santiago está sucio y con el contrato más caro de la historia de la ciudad".
Al gobierno municipal le ha recriminado que "todavía no pidiese disculpas" después de una Semana Santa en la que "no hubo fue respeto en el cumplimiento de algo tan básico como es la limpieza de las calles".
Por su parte, Castro ha instado al diálogo en el seno de la corporación, y ha pedido "flexibilidad" con los vecinos y trabajo de "concienciación".
"Son ustedes un meme. Necesitamos gente limpiando. Esa es la realidad. Nos traen a gente para echar bronca a la ciudadanía o a los turistas. Ese es su modelo. Ahora le van a echar la bronca a la gente porque no saben tirar la basura", ha censurado en su turno de réplica el popular Adrián Villa.
LA ORDENANZA
La nueva ordenanza de residuos, con la que se actualiza una normativa sin modificar desde 2008, pone el foco en la separación de los residuos orgánicos.
Adaptándose a las directrices que marca la Unión Europea, el "principal objetivo" es conseguir reducir la producción de residuos, que en el 2024 superó las 39.600 toneladas, según señaló en rueda de prensa en su día Xesús Domínguez.
De este total, la fracción orgánica supone la mitad en peso. El aumento de la basura lo ha atribuido al aumento de la población real, más pernoctaciones turísticas y un incremento de las fiestas.
En esta línea, la nueva ordenanza pone el foco en la gestión de los residuos con la separación "húmedo-seco", de forma que la fracción orgánica tenga una recogida específica. Este es un objetivo que el gobierno local ya persigue con medidas como la disposición de 297 colectores marrones --dirigidos a residuos orgánicos-- con cierre electrónico, a los que tienen acceso 3.300 familias, y de 12 islas de compostaje comunitario --a la espera de añadir otros seis--.
Además, más de 1.700 hogares cuentan con un sistema de compostaje individual. Por tanto, el Ayuntamiento cifra en más de 5.000 unidades familiares las que colaboran con compostaje en la fracción orgánica o bien en su propio domicilio o bien en la separación para su tratamiento en su planta de referencia, en este caso la de Sogama.
Para cumplir con esta tarea, la ordenanza sistematiza los criterios de funcionamiento y recoge las definiciones de cada tipo de residuos, las normas específicas y los derechos y obligaciones de las personas usuarias.
FRANJAS HORARIAS
Esta nueva ordenanza recoge el horario en el que se deben depositar estos residuos. De esta forma, limita la recogida de los envases de vidrio al horario diurno, de 8 de la mañana a las 22,00 horas, y la de la fracción 'resto', que solo se podrá tirar de las 21,00 a las 23,00 horas. Esta restricción se amplía en el caso de las islas 'quita y pon' de la ciudad histórica, donde se podrá realizar desde las 19,00.
Así, las fracciones orgánicas, de envases ligeros, de papel y cartón, textiles y de aceites usados no tienen limitación horaria con el fin de "facilitar su separación".
Las directrices europeas marcan la recogida separada obligatoria de bioresiduos, téxtiles y residuos domésticos peligrosos y establece el objetivo de separación en un 55% para 2025, un 60% para 2030 y un 65% para 2035.
La ordenanza regula también la recogida de basura y limpieza de los espacios públicos, que diferencia las especificidades de cada una de las zonas, poniendo "en un nivel de prioridad" la ciudad histórica.