Amnistía Internacional (AI) ha presentado su Informe Anual 2025 en el que se ve con "preocupación" el acceso a derechos básicos, como la vivienda o la sanidad en Galicia, o la acogida de menores migrantes, y en el que se apunta que, a nivel de España, el derecho a la protesta pacífica sigue "sufriendo retrocesos".

Así, la organización ha recordado que el pasado mes de febrero, el director de Amnistía Internacional España, Esteban Beltrán, trasladó al presidente de la Xunta su disposición a iniciar un diálogo sobre sanidad, acceso a la vivienda, acogida de menores migrantes y acción exterior.

La portavoz de AI en Galicia, Sara Prieto, ha subrayado que la comunidad gallega necesita "aumentar los recursos humanos y materiales" en el ámbito de la sanidad, ya que la inversión ha caído un 5 % en el gasto general y un 7 % en la Atención Primaria, y ha reclamado aumentar esa inversión hasta el 25 %, "como recomienda la OMS".

En materia de vivienda, AI Galicia cree el plan autonómico para construir 8.000 viviendas públicas hasta 2028 es "un primer paso insuficiente", ya que solo se alcanzaría la mitad de la media europea de vivienda social, y ha pedido que se marquen objetivos anuales de vivienda protegida, en un plan con perspectiva de género "y que garantice la no discriminación".

Asimiso, Sara Prieto ha hecho hincapié en la necesidad de aplicar controles a los precios de los alquileres, implementar más ayudas a la rehabilitación e intermediación de alquiler para poner en el mercado viviendas vacías, y aumentar los recursos para servicios sociales y alternativas habitacionales para casos de desahucio.

INFANCIA MIGRANTE
Con respecto a la protección de la infancia migrante, la organización se ha referido a la próxima llegada a Galicia de algo más de 300 menores procedentes de Canarias, y ha exigido medidas que "garanticen su interés superior, una acogida digna, y que se garantice su derecho a solicitar protección internacional, documentación, educaciín y programas que faciliten su transición a la vida adulta".

Por otra parte, Amnistía Internacional Galicia ha reclamado también más recursos para los juzgados de violencia sobre la mujer, formación para "acabar con los prejuicios sexistas que dificultan el acceso a la justicia", y educación afectivo-sexual en los centros educativos.

Finalmente, en materia de acción de exterior, Sara Prieto ha pedido más apoyo de la Xunta para impulsar las reclamaciones de Amnistía Internacional en cuestiones como el rechazo a la pena de muerte o la denuncia del genocidio en Gaza.

SITUACIÓN EN ESPAÑA Y EN EL MUNDO
A nivel nacional, AI ha puesto el foco en cuestiones como el derecho a la protesta pacífica, que "sigue sufriendo retrocesos", y ha vuelto a pedir la reforma de la llamada 'ley mordaza'. Al respecto, la organización ha investigado acciones como el archivo de las diligencias judiciales por la "violencia policial" en la huelga del metal en Vigo en 2023, o el uso de pistolas 'taser' por parte de policías locales de Poio y Redondela.

Amnistía Internacional también denuncia en su informe que la protección de los derechos económicos, sociales y ambientales en España "sigue sin estar garantizada", y ha trasladado también su preocupación por la política migratoria, ya que, mientras se mantiene un discurso público proclive a la acogida, los menores acogidos en Canarias "siguen sin estar protegidos".

En política exterior, ha destacado las "medidas positivas" del Gobierno en relación a Gaza, como el anuncio de sumarse al procedimiento iniciado por Sudáfrica contra Israel, o el apoyo a la UNRWA, pero ha pedido "pasos para reconocer la práctica del genocidio".

A nivel internacional, la organización ha alertado sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, que refleja "una represión cruel y generalizada de la disidencia", una "catastrófica escalada de los conflictos armados", un retroceso en los derechos de migrantes, refugiados, mujeres, niños y personas LGTBI, o "insuficientes esfuerzos" contra el "colapso climático".

En ese sentido, ha denunciado que el "efecto Trump" se está haciendo sentir en el mundo y agrava el daño causado por otros dirigentes, "echando por tierra" el trabajo de décadas para construir y promover derechos humanos universales.

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