Juzgados de Ourense en una imagen de EP

 

La acusada aprovechó que la denunciante atravesaba una depresión y estaba medicada. Según la Fiscalía de acuerdo a la primicia de La Región, usó tres números de WhatsApp para hacerse pasar por policía, funcionaria judicial y fiscal. 

 

La víctima, en una situación de vulnerabilidad, creyó estar cumpliendo una sentencia judicial. Le hizo creer que, por una relación pasada con un estafador, debía realizar trabajos comunitarios para evitar la cárcel.

“Le comunicó faltando a la verdad que habiendo mantenido una relación sentimental con un hombre que estuvo investigado por un delito de estafa ella debía cumplir trabajos en beneficio de la comunidad para evitar una condena y evitar entrar en prisión”, señala el fiscal según cita el periódico ourensano.  

 

Los supuestos trabajos consistían en labores domésticas y cuidar a los tres hijos de la acusada. La víctima aceptó por miedo a ir a prisión. Desde junio de 2022, trabajó siete horas semanales. Posteriormente la presunta estafadora incrementó la carga de trabajo. Fue en ese momento cuando la supuesta víctima sospechó y reucurrió a la Justicia.

 

La denuncia llegó  en 2023 y todavía no ha llegado a juicio. La acusada enfrenta una posible condena que combine prisión e indemnización, en uno de los casos más insólitos de estafa laboral en Galicia. La Fiscalía pide dos años de cárcel y más de cuatro mil euros en salarios. 




 

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