El sindicato CIG y el BNG han anunciado su oposición "firme" a la oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre el Banco Sabadell y alertan de "graves consecuencias" laborales y económicas. Además, han recordado que en Galicia las dos entidades emplean a 1.143 personas y mantienen 182 oficinas.
La central entiende que OPA amenaza la red de oficinas, especialmente en la Galicia rural. BBVA opera 122 oficinas en Galicia (40 en A Coruña, 36 en Lugo, 37 en Ourense, 23 en Pontevedra, entre otras), y Banco Sabadell 60 (21 en A Coruña, 22 en Lugo, 21 en Ourense, 6 en Pontevedra), según datos de marzo de 2024.
Según ha trasladado la central sindical en una nota de prensa, la Federación de Banca de la CIG mantuvo este jueves una reunión con el diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, quien se ha comprometido a presentar una iniciativa en la Cámara para abordar el impacto de la operación.
En esta línea, los representantes de la CIG-Banca han expuesto que esta fusión supondría la "nueva destrucción de empleo" en el sector financiero que, según han asegurado, "ya ha perdido miles de puestos de trabajo por reconversiones anteriores".
También alertan sobre la legislación vigente, que penaliza las salidas blandas, como las prejubilaciones, por lo que la opa podría derivar en ERE "duros", afectando a plantilla de entre 40 y 50 años con "responsabilidades familiares y difícil reinserción laboral". La CIG denuncia que "ni la CNMC ni el Gobierno estatal parecen preocupados" por esta reestructuración, pese a su impacto social y critica la falta de atención a las consecuencias laborales.
Menos oficinas y mayor oligopolio
Por ello, CIG-Banca manifiesta su preocupación por que "la fusión reducirá la red de oficinas en las zonas rurales y en los barrios de las grandes ciudades", lo que afectará a una población envejecida que depende de la atención presencial. En Galicia, donde el sistema financiero ya está muy concentrado, la opa dejaría "una participación superior al 90% en 5 entidades", limitando la diversidad bancaria y el acceso a los servicios.
Asimismo, la secretaria nacional de la CIG-Banca, Sefi Romero, ha advertido de que las fusiones bancarias son "demoliciones de las entidades absorbidas" y que "destruyen a corto plazo" un volumen de empleo "equivalente al personal de la entidad absorbida".
También, ha alertado de que la legislación actual "penaliza las salidas blandas", como las prejubilaciones, por lo que ha señalado que la OPA podría derivar en Expediente de Regulación de Empleo (ERE) "duros" y afectar así al personal de 40 a 50 años "con cargas familiares y difícil recolocación en el mercado laboral".