La defensa alega errores y dilación en la instrucción para pedir la absolución de la mujer, que vive en Reino Unido
La Audiencia Provincial de Lugo ha juzgado este martes a una mujer, que ya no reside en España, sino en el Reino Unido, por un presunto delito de blanqueo de capitales, y para la que se piden dos años de prisión y una multa de 22.500 euros.
Los hechos se remontan a 2019, cuando una vecina de Lugo denunció haber sido objeto de un fraude o estafa a través de Facebook. Tal y como explicó la mujer en el juicio, conoció a alguien a través de la red social, que se hacía pasar por un hombre de Estados Unidos, con el que mantuvo durante un año una relación de amistad. Al cabo de este tiempo el hombre le hizo saber que necesitaba dinero porque acababa de ser detenido y tenía que atender a su hijo, de 14 años, que estaba en un internado.
La mujer, para ayudarlo, hizo tres pagos en el plazo de una semana de 2.500, 2.000 y 7.500 euros, el último de ellos mediante transferencia a una cuenta de la que se identificó como titular a la persona juzgada.
Tras la denuncia, la acusada, que reside fuera de España y que no prestó declaración ni asistió al juicio, fue detenida en un puesto fronterizo en 2021, comenzando un proceso que culminó con este juicio.
La única testigo, la mujer que efectuó los pagos, ha alegado que, convencida de que había sido estafada, borró todas las comunicaciones que había tenido con la persona en cuestión dando por perdido el dinero.
LA DEFENSA NIEGA QUE LA ACUSADA HUBIERA HUIDO
Por la parte acusada solo estuvo el abogado defensor, que ha intervenido por videoconferencia y que ha pedido la libre absolución o, en su caso, una atenuante por dilaciones indebidas en el proceso, asegurando que la mujer no había huido, como sostiene el Ministerio Fiscal, sino que vive en otro país.
También ha asegurado el letrado que no ha habido investigación ni instrucción sobre este caso y que los movimientos de la cuenta que figuran en el escrito de acusación corresponden a la de la testigo y no a la de la acusada.
Finalmente, ha lamentado que el proceso se alargara hasta seis años hasta llegar a juicio, asegurando que su defendida no ha estado en paradero desconocido en ningún momento.