La incidencia del cáncer de piel, especialmente del melanoma, continúa en aumento en España. Aunque la mayoría de los diagnósticos corresponden a formas menos agresivas, los especialistas alertan sobre la proliferación de creencias erróneas como el “callo solar” y subrayan la necesidad de adoptar medidas de prevención y fotoprotección durante todo el año.
El melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo, mantiene una tendencia ascendente en España, con más de 78.000 nuevos casos de cáncer de piel diagnosticados anualmente y cerca de 8.000 correspondientes a melanoma. Este tumor, originado en los melanocitos, destaca por su capacidad de diseminación y resistencia al tratamiento, lo que lo convierte en una de las formas más peligrosas de cáncer cutáneo. Según la Academia Española de Dermatología, una de cada cinco personas desarrollará algún tipo de cáncer de piel a lo largo de su vida, y la incidencia del melanoma se ha duplicado en las últimas década.
En el marco del Día Mundial del Melanoma, celebrado ayer, el doctor Diego Soto, dermatólogo del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez de Pontevedra señala que "protegerse del sol desde la infancia, mantener buenos hábitos a lo largo de la vida y realizar revisiones periódicas es fundamental para frenar este tipo de cáncer”.
El principal factor de riesgo evitable es la exposición solar acumulada, especialmente durante la infancia y la juventud. Los expertos insisten en que protegerse del sol desde edades tempranas, mantener hábitos saludables y realizar revisiones dermatológicas periódicas son estrategias clave para reducir el riesgo de desarrollar melanoma y otros tipos de cáncer cutáneo.
En los últimos años, ha cobrado fuerza en redes sociales el concepto erróneo del “callo solar”, que defiende que broncearse sin protección fortalece la piel y previene quemaduras futuras. Sin embargo, los dermatólogos advierten que esta creencia carece de base científica y puede resultar peligrosa Exponerse al sol sin protección favorece la aparición de quemaduras repetidas y acelera el daño celular, lo que incrementa la probabilidad de desarrollar distintos tipos de cáncer de piel, además de provocar envejecimiento prematuro, manchas y pérdida de elasticidad desde edades tempranas-
La comunidad médica recuerda que todos los fototipos, tanto pieles claras como oscuras, pueden sufrir daños por la radiación ultravioleta y deben protegerse adecuadamente. La melanina, responsable del bronceado, no evita el daño celular causado por el sol, por lo que la protección debe ser constante para todas las personas.
La fotoprotección, subrayan los especialistas, no debe limitarse a los días de playa o piscina. Es un hábito diario indispensable, ya que incluso en días nublados o con bajo índice UV, más del 80% de los rayos ultravioleta pueden atravesar las nubes y dañar la piel. Entre las recomendaciones principales se encuentran evitar la exposición solar en las horas centrales del día, consultar el índice UV antes de realizar actividades al aire libre, utilizar prendas de tejidos tupidos y accesorios como sombreros o gafas con filtro UV, y aplicar crema fotoprotectora de amplio espectro con un SPF mínimo de 30 en cantidad y frecuencia adecuadas.
A pesar de que el 55% de los españoles declara estar preocupado por el cáncer de piel, solo una minoría adopta las precauciones necesarias, según los últimos estudios de concienciación6. Las campañas de prevención insisten en la necesidad de observar la piel con regularidad para detectar posibles cambios en lunares o la aparición de nuevas lesiones, especialmente en personas con antecedentes familiares o numerosos lunares