Solo un 3% de gallegos, cántabros y vascos conocen bien una dolencia que provoca que tengas entre uno y cinco minutos para encontrar un baño

El Complejo Universitario de Santiago (CHUS) acoge desde este martes un 'escape room' que permite a los participantes experimentar de manera interactiva la sensación de urgencia, agobio e inseguridad que sienten las personas que sufren Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), trastorno que produce inflamación crónica del tracto digestivo y que tiene como uno de sus síntomas la necesidad de encontrar un baño en menos de cinco minutos.

Impulsada por la empresa farmacéutica Lilly en colaboración con la Confederación de Asociaciones de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU España), la iniciativa 'Urgency Room: Visibilizando el impacto de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal' pretende visibilizar el impacto de los síntomas de esta enfermedad y mejorar su conocimiento y empatía social. Aparte de la necesidad inmediata de ir al baño, la EII influye en otros síntomas como el dolor abdominal, la fatiga o la diarrea.

Durante el acto inaugural en el CHUS estuvieron presentes, entre otros, la subdirectora de Humanización y Atención a la Ciudadanía del Sergas, Rosa Monteagudo; el gerente del área sanitaria de Santiago de Compostela y O Barbanza, Ángel Facio Villanueva; el jefe de Servicio de Aparato Digestivo del CHUS, Enrique Domínguez; el jefe de Enfermedad Inflamatoria Intestinal de este hospital, Manuel Barreiro; así como presidente de ACCU Galicia, José María Lapido Boullon, y la 'key account manager' de Lilly España, Sonia María Lorenzo.

Precisamente, el jefe de Servicio de Aparato Digestivo del CHUS ha calificado de "evidente" el "impacto físico" de la EII, enfermedad crónica que afecta en España a 360.000 personas (cerca del 1% de la población) y que puede provocar "una marcada limitación funcional, malnutrición, anemia y, en casos avanzados, necesidad de intervenciones quirúrgicas".

IMPACTO PSICOLÓGICO 
No obstante, ha agregado que "el impacto psicológico es igualmente significativo". "Muchas personas con EII sufren una fuerte carga emocional relacionada con la incertidumbre del curso de la enfermedad. La fatiga crónica, la necesidad de planificar siempre la ubicación de un baño y el miedo a los brotes puede generar en ocasiones un importante aislamiento social", ha relatado y ha añadido que "la autoestima también puede verse afectada, especialmente en pacientes jóvenes o en aquellos con cirugías visibles o secuelas físicas".

Por su parte, desde la Confederación de Asociaciones de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa han puesto de manifiesto la importancia de seguir visibilizando los síntomas más frecuentes y característicos de las personas con EII, así como aquellos que más influyen en su día a día.

"La urgencia determina directamente la calidad de vida de una persona con Enfermedad Inflamatoria Intestinal, pero también otros síntomas más invisibles o menos conocidos como la fatiga crónica o cansancio extremo o el dolor", explica Lucía Expósito. Por consiguiente, advierte de la necesidad de tener en cuenta que la EII "impacta directamente en todas las dimensiones de la vida de una persona sin excepción: física, psicosocial, afectivo-sexual, educativa, laboral, económica, entre otras".

"Esta enfermedad necesita mayor visibilidad social y empatía, ya que las personas que la sufren pueden rechazar participar en actividades cotidianas debido a sus síntomas", alertan desde Lilly para explicar que con este tipo de iniciativas se busca "sensibilizar sobre una enfermedad incapacitante y discapacitante".

FALTA DE CONOCIMIENTO SOBRE LA EII
La EII puede diagnosticarse a cualquier edad, aunque generalmente se diagnostica con mayor frecuencia en personas jóvenes, antes de los 30 años. Sin embargo, según el informe 'Percepción y realidad de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal en España', realizado por Ipsos dentro de la iniciativa 'Urgency Room', más de la mitad de la población cree que el diagnóstico de la EII es más habitual entre los 30 y los 50 años y solo el 16% considera que es más frecuente que se diagnostique entre los 18 y los 30 años.

Este estudio revela también que solo 3 de cada 10 personas entrevistadas en la zona de Galicia, País Vasco y Cantabria reconocen la urgencia como uno de los síntomas con más impacto en la calidad de vida de los pacientes y, además, solo el 37% cree que es uno de los síntomas principales que influye en que las personas con EII rechacen participar en actividades cotidianas.

Asimismo, solo un 25% identifica esa urgencia como uno de los síntomas más característicos, mientras que el 69% cree que el síntoma más característico es el dolor abdominal y el 42% la diarrea.

El estudio también pone de manifiesto que 5 de cada 10 personas son conscientes de que un paciente con EII aguanta entre uno y cinco minutos antes de tener un escape involuntario. A pesar de ello, más de la mitad de la población de la región norte no sabe o no está segura de saber lo que es la EII y tan solo un 3% de los gallegos, cántabros y vascos tiene un buen grado de conocimiento.

De hecho, existe confusión sobre las patologías que son una EII: la enfermedad se puede confundir con el Síndrome del Intestino Irritable (SII), debido a la similitud de sus síntomas (61% cree que el SII es una EII), por encima de la EC (56%) y la CU (43%).

 

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