El ahorro energético y una gestión eficiente de los recursos centran las acciones que propone esta hoja de ruta, con acciones adaptadas a cada localidad

La Diputación de Lugo ha sido el lugar escogido por el Eixo Atlántico para la presentación este martes de su Plan de Descarbonización, que reúne un total de 112 medidas para reducir la contaminación en los municipios que conforman la entidad transfronteriza.

Este plan fue presentado por el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé Roca, y el secretario general del Eje Atlántico, Xoán Vázquez Mao, que acompañaron en la exposición a Francesc Cárdenas, experto en sostenibilidad y autor del informe. Fue escogida la Diputación de Lugo para esta presentación porque "es una de las entidades más activas en el impulso de la sostenibilidad local a través de sus numerosos programas y soluciones innovadoras, como la biodepuradora de humedales artificiales en Xermade (en funcionamiento desde el 2021) y que permite tratar aguas residuales de forma ecológica en zonas rurales", explicó Vázquez Mao.

Cárdenas, por su parte, fue el encargado de presentar este informe, que definió como un compendio de medidas y acciones, adaptadas a cada localidad en función de su tamaño y estructura, para la mitigación y adaptación al cambio climático, una hoja de ruta con acciones concretas para que los 40 miembros de la entidad construyan urbes más sostenibles y eficientes.

El informe propone transformar el modelo de ciudad apostando por una gestión más eficiente de los recursos, la energía, el agua y los residuos. El documento centra su estrategia en dos conceptos: el metabolismo urbano, cómo las ciudades consumen y gestionan sus recursos; y la biodiversidad urbana, fundamental para mejorar la resiliencia climática y la calidad de vida.

Estas 112 acciones van desde la reducción del desperdicio alimentario hasta el impulso de la economía circular, la agricultura urbana, la recuperación de espacios verdes y la educación ambiental. Aunque el eje principal está en reducir el consumo energía en base a un modelo de desarrollo más sostenible.

Este trabajo forma parte de un proceso desarrollado entre 2022 y 2024. Tres años en los que las localidades del Eje Atlántico aportaron más de 500 buenas prácticas y experiencias en el camino de la descarbonización que conforman un repositorio que permite poner a disposición, de forma más práctica y accesible, toda la información generada durante estos tres años de trabajo, así como el contenido elaborado en etapas anteriores a las urbes que quieran implementar estas medidas.

Durante la presentación Vázquez Mao insistió en que este plan de descarbonización pone en valor dos ejes de trabajo innovadores, el metabolismo urbano y a biodiversidad buscando, por una parte, mejorar la calidad del aire y por otra la temperatura media de la Tierra. En este último punto expuso la situación de "emergencia climática" actual, ya que en 2024 se alcanzó el incremento de la temperatura media de 1,5º y recordó que las previsiones apuntan a que antes de fin de siglo podría aumentar entre 2 y 3 grados más si no se invierte la tendencia.

Sobre la calidad del aire en las grandes ciudades, también anunció la previsión de la normativa europea de rebajar los porcentajes límite, "aunque nosotros apostamos por ir más allá y dejarlos por la mitad".

En su intervención, José Tomé Roca señala que "la lucha contra lo cambio climático y la transición de cara a un modelo de desarrollo más sostenible, más justo y más eficiente es uno de los retos más urgentes y trascendentales de nuestro tiempo". Sobre el plan afirmó que "no es solo una propuesta técnica, es una hoja de ruta completa y ambiciosa" y valoró "la importancia de trabajos como este, que no solo nos proponen medidas concretas, sino que también nos permiten compartir buenas prácticas, aprender unos de los otros y avanzar conjuntamente".

En ese sentido, Cárdenas puso como ejemplo una de las medidas que llevó a cabo a Diputación de Lugo, con la incorporación de cinco vehículos eléctricos a la flota de la institución. Explics que el resto de municipios puede aprender de esa experiencia, viendo el ahorro en las emisiones y en el coste económico, que alcanza los 22.000 euros al año. Una "experiencia acumulada" que puede ayudar de manera importante a conseguir los nuevos objetivos.

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