El sindicato CIG-Ensino y la Confederación Anpas Galegas reiteran sus críticas hacia las instrucciones para el nuevo curso 2025/26, publicadas el pasado viernes en el Diario Oficial de Galicia (DOG), conforme a las cuales todas las actividades complementarias deben ser aprobadas por el claustro y notificadas no solo al consejo escolar, sino también a la Inspección.
Esta es una de las novedades que recoge un documento anunciado hace dos semanas y que, desde entonces, suscitó numerosas quejas por el concepto "neutralidad ideológica" que debe regir en todas las actividades que organice la comunidad educativa de los centros.
En concreto, el texto recoge que "todas las actividades complementarias deberán figurar en la programación general anual" y, "de manera muy excepcional", podrán realizarse actividades complementarias sobrevenidas "siempre y cuando sean aprobadas por el equipo directivo y se dé cuenta de ellas al consejo escolar y a la Inspección educativa".
La CIG-Ensino, principal sindicato en la enseñanza pública gallega, ve "una marcha atrás" en estas instrucciones porque el concepto 'neutralidad ideológica' venía en la ley educativa de 1985 y no se reeditó en normas posteriores.
A juicio de esta organización, se confirma que el Gobierno de Alfonso Rueda es "el más reaccionario de todos" los que tuvo el PP en la Xunta, porque fija "un nuevo nivel de control" a los centros y pretende "limitar la autonomía pedagógica de los centros".
Así, la CIG exige la retirada de las instrucciones y que se lleven a la mesa sectorial para su negociación con los sindicatos, al tiempo que llama a todo el profesorado a movilizarse el próximo miércoles 25 de junio ante el edificio administrativo de la Xunta en San Caetano, en Santiago.
FUNCIONES DEL CONSEJO ESCOLAR
Por su parte, Anpas Galegas ha enviado un escrito a la Consellería de Educación para solicitar la modificación de estas instrucciones porque las funciones del consejo escolar "quedan comprometidas".
En este sentido, la confederación explica que la última ley educativa (Lomloe) permitió que el consejo escolar "recuperara sus funciones" y que una de ellas era aprobar y evaluar la programación general anual de cada centro.
Sin embargo, estas instrucciones recogen que, para la modificación de este plan para incluir actividades complementarias, este órgano solo debe ser informado.
Por ello, Anpas Galegas exige a la Xunta que "respete" lo que dispone la Lomloe y el consejo escolar deba aprobar también los cambios en la programación.