La frase “lavarse las manos” en el contexto político español es una metáfora que describe la acción de desentenderse de una responsabilidad o de un problema, evitando así asumir culpas o consecuencias. Estos días vemos como Greenpeace alerta de que los 1.000 bidones radiactivos localizados, son solo una mínima parte de los residuos nucleares vertidos en el Atlántico durante décadas. ¿Por qué el Ejecutivo central no hizo
nada durante décadas?
Pasaron gobiernos de ambos colores y tiene que venir una expedición francesa a localizar bidones radiactivos frente a las costas gallegas y “sacarnos las castañas del fuego”, como bien nos dice la metáfora, resolverle un
problema complicado a otra persona, a menudo asumiendo uno mismo los riesgos o el esfuerzo que esa solución implica. Su origen se atribuye a la fábula de 'El mono y el gato' de la Fontaine, donde el mono convence al gato para que saque las castañas del fuego, arriesgándose a quemarse las manos. ¿Será que los políticos de nuestro país ninguno se quiere quemar las manos? Están tomándonos por tontos.
La conselleira de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, Ángeles Vázquez, denunció que “Galicia no tiene
ningún tipo de dato” sobre la expedición francesa, “mi madre”. Pero sí que tenían conocimiento desde hace años de que eso se llevaba a cabo. ¿Se acuerdan de si José María Aznar o Mariano Rajoy gobernaron o no gobernaron el Ejecutivo central? Pues bien, señor Sánchez y señor Rueda, la misión científica ya identificó los primeros 1.000 contenedores de residuos nucleares de los aproximadamente 220.000 que fueron vertidos
durante décadas en el siglo XX en la fosa atlántica, a unos 700 kilómetros de Galicia.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) es el organismo encargado de la protección radiológica y de la gestión de residuos radiactivos en España. En caso de vertidos o hallazgos de bidones radiactivos, las autoridades y organismos competentes, como el Gobierno gallego, deben coordinarse para buscar soluciones y llevar a cabo las labores de seguimiento técnico y ambiental. ¿A qué esperan entonces? A seguir pasándose la pelota de unos a otros.
Como representante de una organización política en Galicia apoyamos el llamamiento de la organización ecologista Greenpeace, reclamando que tanto la Unión Europea, como el gobierno español asuman las investigaciones para determinar el estado de los 220.000 bidones con residuos radiactivos depositados en la fosa
atlántica.