Según la investigación, el propietario del animal fue alertado por los ruidos extraños que provenían del establo y, al acudir al lugar, sorprendió al presunto autor con la vaca atada y él subido a un banco, en lo que describió como un intento de forzar al animal342. El hombre, al verse descubierto, huyó del lugar, pero fue identificado al día siguiente por el propio dueño, que interpuso la denuncia ante la Guardia Civil.
El acusado, que no pasó a disposición judicial en ese momento, fue citado a declarar como investigado ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, aunque se acogió a su derecho a no declarar. El juez tomó declaración al denunciante y a un testigo, además de solicitar un informe veterinario, que descartó lesiones en la vaca. La Fiscalía ha solicitado que la causa se tramite como un delito leve de maltrato animal, fijándose el juicio para el próximo 10 de noviembre en Lugo.
La legislación vigente en España, tras la reforma de 2023, contempla que la violación sexual de un animal se encuadra como un delito de maltrato animal. Las penas pueden variar: si hay lesiones que requieren tratamiento veterinario, la condena puede ser de 3 a 18 meses de prisión o multa, además de la inhabilitación para trabajar o tener animales. Si no hay lesiones graves, la sanción puede limitarse a una multa o trabajos en beneficio de la comunidad.
La Guardia Civil mantiene la investigación abierta y estudia si existen agravantes, como el hecho de que la vaca estuviera preñada en el momento de los hechos, lo que podría influir en la calificación penal.