Pedro Sánchez ha comparecido este miércoles en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre el estallido del caso Cerdán, que afecta directamente a la antigua cúpula del Partido Socialista (PSOE). El presidente del Gobierno ha asumido la responsabilidad política por haber confiado en dos personas que ocuparon puestos clave dentro del partido y que ahora están siendo investigadas por corrupción. Aun así, Sánchez ha dejado claro que no se plantea convocar elecciones anticipadas.

 

El jefe del Ejecutivo ha reconocido que fue él quien puso “a dos corruptos” al frente del PSOE, aunque ha puntualizado que, en el momento de su nombramiento, consideraba que eran “la mejor opción posible”. Pese a esta autocrítica, ha insistido en que el verdadero culpable de la corrupción es el corrupto, no quien confió en él.

 

Sánchez ha reivindicado la limpieza del PSOE frente a las acusaciones de Vox y del Partido Popular, asegurando que el partido no tiene nada que ver con una organización criminal. Se ha desmarcado completamente de los hechos investigados y ha defendido su perfil como político honesto: “No pienso tirar la toalla”, ha afirmado, reivindicando su gestión y asegurando que el proyecto de gobierno debe continuar. Según él, su Ejecutivo ha conseguido que España avance en la dirección adecuada.

 

Como respuesta a la crisis, y para cumplir con los compromisos adquiridos con sus socios de gobierno, Sánchez ha anunciado un paquete de 15 medidas contra la corrupción, articuladas en cinco ejes principales. Entre las propuestas destaca especialmente la creación de una agencia ... seguir leyendo en Catalunyapress.es

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