El pasado martes, Residente sorprendió a sus seguidores al anunciar la cancelación de sus conciertos previstos para el 25 de julio en el Morriña Fest y el 17 de julio en el FIB. El artista explicó que la razón principal de su retirada es la relación indirecta de estos festivales con el fondo de inversión KKR, al que acusa de financiar empresas vinculadas con la industria militar israelí y proyectos inmobiliarios en asentamientos ilegales en territorios palestinos.
El fondo estadounidense, con sede en Nueva York, mantiene participaciones en empresas que, según Residente, están relacionadas con tecnología militar, vigilancia y espionaje, además de inversiones en el sector inmobiliario en zonas ocupadas por Israel. El rapero manifestó que no puede participar “ni un solo segundo” en eventos con este tipo de vínculos, reafirmando su postura a favor de los derechos del pueblo palestino y en contra de la violación sistemática de los mismos.
Ola de cancelaciones y repercusiones
La cancelación de Residente no ha sido un hecho aislado. En los últimos meses, otros artistas como Judeline han tomado decisiones similares, retirándose del cartel del FIB por motivos relacionados con la financiación de los festivales. Más de medio centenar de músicos y colectivos han seguido este camino en otros eventos españoles, como Sónar o Resurrection Fest, todos ellos bajo el paraguas de Superstruct Entertainment, participada por KKR.
La relación entre los festivales y el fondo estadounidense no es directa, sino que se produce a través de una cadena de participaciones empresariales. KKR controla Superstruct Entertainment, que a su vez posee una parte minoritaria de Bring the Noise, una de las compañías organizadoras del Morriña Fest. Esta estructura ha sido suficiente para que Residente considere incompatible su presencia en estos escenarios.
El propio artista ha pedido disculpas a quienes habían adquirido entradas para sus conciertos y ha reconocido que desconocía estos vínculos cuando firmó los contratos. A pesar de la posible repercusión legal de su decisión, ha afirmado que su postura es firme y no está dispuesto a ceder en sus principios, reiterando su apoyo a la causa palestina.
Nuevo cartel y contexto internacional
Tras la salida de Residente, el Morriña Fest ha reorganizado su programación y ha situado al madrileño Recycled J como cabeza de cartel de la segunda jornada, acompañado de artistas como Alleh & Yorghaki, Duncan Dhu, Alcalá Norte y Miss Cafeína. El festival, que se celebra en la explanada del puerto de A Coruña, también contará en su jornada inaugural con figuras como Ozuna, Nathy Peluso y Jhayco.
El debate sobre la financiación de los macrofestivales y la responsabilidad ética de los artistas sigue vigente. La presión social y el movimiento de boicot a empresas vinculadas a la ocupación israelí han llevado a numerosos músicos a replantearse su participación en eventos apoyados por fondos como KKR, que ha sido señalado por su implicación en negocios en Israel y en territorios palestinos ocupados.
La decisión de Residente, respaldada por otros artistas internacionales, marca un antes y un después en la relación entre la industria musical y la ética de los fondos de inversión, situando el foco en la transparencia y el compromiso social de los grandes festivales españoles.