Según denuncian los empleados, la plantilla de lade mañana arrastra un déficit estructural con seis plazas sin cubrir por distintas causas, desde jubilaciones hasta vacantes sin convocar y bajas temporales por incapacidad laboral. Estas ausencias obligan a que el resto de trabajadores asuma secciones adicionales, provocando una sobrecarga diaria.
La situación se agrava notablemente durante el verano. Sanxenxo cuenta con 17.000 habitantes censados, pero en temporada alta su población llega a quintuplicarse con la llegada de visitantes. En 2024, la localidad superó los 75.000 turistas. Sin embargo, lejos de reforzar la plantilla, Correos ha reducido el personal un 40% en este periodo, lo que genera una tensión extrema en la operativa. La carga de trabajo física y psicológica está afectando a la estabilidad emocional de los empleados, dice CIG, que describen un sentimiento de “querer y no poder” ante la imposibilidad de cumplir con el volumen de reparto.
A esta presión laboral se suman problemas añadidos en la logística del reparto. El aumento de vehículos en las calles durante el verano provoca atascos, retenciones y la falta de aparcamiento, lo que retrasa aún más las rutas asignadas. Esta dificultad para circular repercute especialmente en zonas céntricas y áreas de alta densidad turística, donde los carteros deben dejar sus furgonetas a gran distancia para completar los repartos a pie, prolongando el tiempo y el esfuerzo requerido.
Actualmente, la unidad acumula varios miles de envíos ordinarios sin entregar y un elevado volumen de envíos registrados, como notificaciones, certificados o documentación administrativa urgente. La falta de mano de obra hace que los plazos se dilaten mucho más de lo previsto, afectando tanto a vecinos como a empresas locales que dependen del servicio postal.
Desde la plantilla se insiste en que las demandas son claras y asumibles: cubrir las vacantes existentes y sustituir a los trabajadores en situación de baja por enfermedad. Consideran que esta medida, junto con una planificación adecuada en períodos de gran afluencia turística, permitiría recuperar un nivel de servicio digno para la ciudadanía y evitaría el colapso estival que se repite cada año con mayor intensidad. Correos no ha repondido por ahora públicamente a sus quejas.