La convocatoria formó parte de la campaña de movilizaciones impulsada por la sección sindical de la CIG en Vegalsa-Eroski, que busca mejorar las condiciones laborales y retributivas de las trabajadoras y trabajadores. Según la organización sindical, la situación se ha vuelto insostenible, con un personal cada vez más reducido mientras el volumen de trabajo no deja de crecer.
La concentración de Ribadeo es solo el inicio de un calendario de actos que continuará en las próximas semanas. El día 22 de agosto está previsto un acto en Vigo, el 29 en Ribadavia y el 5 de septiembre en A Coruña, donde planean una marcha hasta la sede central de Vegalsa. Paralelamente, la CIG está recogiendo firmas entre el personal para trasladar el malestar directamente a la dirección y exigir cambios inmediatos.
El sindicato denuncia que, a pesar de que el grupo obtiene beneficios millonarios cada año, no se cubren bajas, vacaciones ni licencias, y tampoco se amplían las plantillas. Esto, aseguran, obliga a las trabajadoras y trabajadores a realizar “sobreesfuerzos diarios” para sacar adelante el servicio.
La consecuencia directa de esta situación es una acumulación de cansancio físico y mental, que se traduce en un aumento de las bajas laborales por problemas musculoesqueléticos y un absentismo que califican de histórico. Desde la CIG critican que la empresa “mira para otro lado” y no pone en marcha medidas para mejorar la salud laboral, prolongando un modelo que, según la representación sindical, es lesivo para el personal.
Salarios bajos y jornadas irregulares
Otro de los puntos que la campaña de movilizaciones quiere visibilizar es la precariedad salarial que, según la CIG, distingue a Vegalsa-Eroski en el sector. Las trabajadoras afirman que perciben los sueldos más bajos del comercio de alimentación y que sufren jornadas irregulares que dificultan la conciliación familiar.
A esta situación se añade una medida que ha generado gran malestar: la eliminación del cómputo como tiempo de trabajo de los 15 minutos de descanso diario, que hasta hace algunos años estaban reconocidos en la jornada. Esto, denuncian, constituye una pérdida directa de derechos adquiridos.
La CIG también señala como un problema grave la alta tasa de parcialidad en la contratación. Esto hace que, según denuncian, las trabajadoras perciban salarios insuficientes, a la vez que la empresa mantiene una disponibilidad horaria muy amplia que impide buscar un segundo empleo para complementar ingresos. Además, la falta de respeto a los horarios pactados impide una planificación personal estable, afectando tanto a la vida familiar como a las posibilidades de desarrollo profesional.
La representación sindical en las cuatro provincias gallegas ha acordado mantener la presión con este ciclo de protestas hasta conseguir condiciones laborales y salariales dignas. En palabras de las trabajadoras, “no es aceptable que en una empresa con beneficios millonarios se mantengan salarios y condiciones propias de hace décadas”.
Estas movilizaciones en Vegalsa-Eroski se producen en un contexto en el que el sector del comercio de alimentación en Galicia viene registrando múltiples protestas laborales. Las organizaciones sindicales advierten que la presión sobre las plantillas, la contención salarial y la flexibilidad horaria impuesta se han convertido en prácticas habituales en grandes superficies y cadenas de supermercados.
De momento, la empresa no ha emitido públicamente ninguna propuesta de mejora, algo que, para el sindicato, demuestra la necesidad de mantener y ampliar la presión. Las próximas concentraciones y la marcha del 5 de septiembre en A Coruña se prevén como momentos clave de la campaña.