El Estadio ABANCA-Riazor fue testigo este domingo de un empate sin goles entre el Deportivo de la Coruña y el Burgos, en un duelo que sirvió para refrendar el espíritu competitivo de ambos conjuntos tras sus sólidos estrenos ligueros. El partido, correspondiente a la segunda jornada de LaLiga Hypermotion, estuvo marcado por la intensidad, las ocasiones claras y la ausencia de acierto de cara a portería.
Primera parte: promesas y sustos
El Deportivo, dirigido por Antonio Hidalgo, salió enchufado y en el primer minuto Yeremay estuvo a punto de firmar un gol de fantasía, colándose entre los defensas y picando el balón por encima del meta burgalés. Sin embargo, el larguero evitó el tanto local en la mejor ocasión del partido para los gallegos. Poco después, Zakaria realizó una gran acción individual y su disparo rozó el palo izquierdo de la portería visitante.
El Burgos, lejos de amilanarse, desplegó una presión tras pérdida muy intensa y empezó a tener más balón, llegando con peligro a la portería rival. Morante obligó a Germán Parreño a realizar una intervención de mérito para detener una potente volea desde fuera del área. El encuentro tuvo ritmo hasta el ecuador de la primera mitad, pero se fue espesando con faltas tácticas y pérdidas de balón, lo que mermó las ocasiones claras antes del descanso.
Segunda parte: dominio alterno y desacierto
La reanudación fue un reflejo de lo visto en los primeros 45 minutos. El Burgos tuvo dos buenas oportunidades: David González disparó desde la frontal pero mandó el balón alto, e Íñigo Córdoba remató dentro del área enviando el esférico al lateral de la red, tras una gran jugada combinada en ataque.
El Deportivo trató de tomar las riendas del partido con los cambios, destacando la entrada de David Mella y Charlie Patiño. Pese al empuje local, la falta de chispa en ataque resultó determinante y el Burgos se mostró muy seguro en todas sus líneas. Los castellanos, lejos de conformarse, buscaron el área rival pero no lograron romper el empate. La parte final del encuentro fue pausada, con los visitantes ralentizando el juego y el Deportivo incapaz de generar ocasiones de verdadero peligro.
Antonio Hidalgo lamentó la falta de pegada de los suyos en el estreno como local, mientras el equipo de Ramis mostró carácter y sumó un punto muy positivo en Riazor, posicionándose bien en la tabla tras las dos primeras jornadas.
El empate deja a ambos equipos con buenas sensaciones defensivas pero con deberes en la parcela ofensiva para las próximas jornadas. La afición coruñesa, que celebraba el regreso del club a Riazor tras casi tres meses sin partidos oficiales como local, tendrá que esperar para cantar el primer gol de la temporada en casa.
Un encuentro igualado y de respeto mutuo, donde la táctica y la solidez defensiva primaron sobre el riesgo y la creatividad