Según informó este miércoles la Guardia Civil, agentes del Seprona de Tui y del puesto de Arbo inmovilizaron el pasado fin de semana un cargamento de uva blanca que se encontraba en una nave de Salvaterra. El transporte, según el cuerpo, habría sido introducido desde Portugal sin la documentación exigida y sin estar inscrito en el Registro Vitivinícola de Galicia. Esta situación, añadieron, hacía que la mercancía careciera de trazabilidad y levantara sospechas de un uso fraudulento dentro de la zona de la DO Rías Baixas.
Los agentes explicaron que las actuaciones forman parte de los dispositivos habituales que realizan en estas fechas en las comarcas gallegas productoras de vino para evitar la comercialización irregular. La preocupación sobre la entrada de uva extranjera sin control ha crecido en los últimos años, especialmente por su posible impacto en la reputación y en la calidad de los vinos gallegos asociados a la denominación.
La explicación del bodeguero
El propietario de la bodega afectada rechaza de plano la versión de la Guardia Civil. En conversación con Galiciapress, mantiene que su instalación no forma parte de la Denominación de Origen Rías Baixas y, por lo tanto, no está obligada a justificar la procedencia de la uva con los mismos requisitos. Asegura que la uva incautada se destina a la elaboración de vino de mesa y que en ningún caso se pretendía introducirla dentro del circuito del vino con denominación.
Detalla además que, tras la intervención, mostró la documentación correspondiente ante la Consellería de Industria y que un técnico de la Xunta dio el visto bueno a su actividad. Según su versión, el precinto se levantó la mañana del sábado y el producto ya fue procesado en su bodega, descartando así la posibilidad de un uso irregular. Muestra, además, un profundo enfando con la actuación de la Benemérita y la difusión de imágenes de sus instalaciones.
Precisa que entre el sábado y el lunes se resolvió el problema con la administración, confirmándose que el uso de uva proveniente de Portugal es legal siempre que el vino no forme parte de una denominación de origen.
De momento, la Guardia Civil no ha rectificado.
La polémica, sin embargo, muestra la importancia de la transparencia en el sector vitivinícola y las sospechas de fraude que pesan sobre la uva de algunas denominaciones de origen gallegas.