Representantes de O'MEGA y SIMEGA asistente a la Rueda de Prensa ofrecida hoy


 

Los sindicatos de médicos y facultativos de Galicia O'MEGA y SIMEGA han lanzado un nuevo aviso al Servicio Galego de Saúde (Sergas). Reclaman que se limite la sobrecarga de los médicos de familia de Atención Primaria estableciendo un máximo de 30 actos asistenciales diarios. Según alertan, la presión asistencial actual está deteriorando tanto la calidad de la atención a los pacientes como las condiciones de trabajo de los profesionales, que dedican buena parte de su jornada a tareas que consideran ajenas a su función clínica.

 

En los últimos años, los médicos de Atención Primaria del Sergas en Galicia están realizando una media diaria de actos médicos muy superior a la recomendada por las propias autoridades sanitarias, situándose en torno a los 70 consultas por jornada en múltiples centros, el doble del baremo fijado para una asistencia de calidad, que se establece en unas 30 consultas diarias.

 

Los informes oficiales reflejan que la actividad sanitaria predominante se realiza en los centros de salud, representando más del 98% del total de consultas atendidas. En 2021, se produjeron cerca de 30,9 millones de consultas ordinarias en centros de salud gallegos, bajando ligeramente en 2022 a más de 29,5 millones y, situándose en 2023 alrededor de 25,7 millones. En contraste, las consultas domiciliarias apenas suponen entre el 1,7% y el 2% del total cada año. Si se compara con el número de médicos de familia disponibles, se observa que la media diaria de consultas por profesional sigue siendo excesivamente elevada respecto a estándares internacionales.

 

En su comunicado, los sindicatos recuerdan al conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, que resulta urgente cumplir el compromiso ya anunciado de retirar a los facultativos las labores administrativas que ahora asumen de manera obligada. De acuerdo con sus cálculos, la carga burocrática puede llegar a restar hasta un 40% del tiempo de consulta, provocando demoras en las agendas y reduciendo la atención directa a los pacientes. Los sindicatos proponen que las citaciones por exceso de demanda se canalicen a través de programas voluntarios especiales, mientras que las gestiones no asistenciales sean derivadas a personal administrativo u otros perfiles profesionales.

 

Reivindicación sobre los PAC

Otro de los puntos que genera mayor preocupación entre los médicos es la situación de los Puntos de Atención Continuada (PAC). Según denuncian, en lugar de actuar como auténticos dispositivos de urgencias extrahospitalarias, se han convertido en una extensión encubierta de la atención ordinaria, saturando a los equipos con consultas no urgentes que deberían derivarse a otros especialistas o centros. En este sentido, reclaman que los PAC cuenten con protocolos claros para filtrar la demanda y redirigir a los pacientes que no presenten cuadros urgentes al recurso más adecuado, de modo que su papel se limite a la atención estabilizadora y de urgencia real.

 

Para mejorar la cobertura, proponen que los facultativos de atención primaria puedan sumarse de manera voluntaria y con incentivos económicos suficientes a estos turnos, lo que permitiría aliviar una plantilla cada vez más al límite y garantizar una respuesta rápida en emergencias.

 

Guardias localizadas y jubilación

Los sindicatos también centran su reclamación en la regulación de las guardias. Demandan la homogeneización de este sistema entre todas las áreas sanitarias para evitar desigualdades, con el pago de las horas presenciales al 175% de la hora ordinaria y su reconocimiento como tiempo efectivo trabajado, lo que tendría repercusión directa sobre las cotizaciones de los facultativos para la jubilación. Consideran que se trata de una exigencia justa, en línea con lo que ocurre en otros territorios del Estado, ya que actualmente muchas de esas horas no se reflejan en las trayectorias profesionales ni en la carrera laboral a largo plazo.

 

Junto a ello, exigen una actualización automática de los módulos de trabajo para los médicos mayores de 55 años, tomando como referencia las horas de guardia presencial, y que se apruebe cuanto antes una regulación que aclare cuáles son las excepciones justificadas en casos de enfermedad, embarazo u otras causas debidamente acreditadas.

 

Periodo transitorio para reincorporaciones

Por último, O'MEGA y SIMEGA reclaman al Sergas que se abra un periodo transitorio que permita a aquellos médicos que en su día rechazaron acogerse a determinadas medidas de flexibilización laboral, o que quedaron fuera de programas de descarga asistencial, volver a incorporarse ahora a esas fórmulas. Según explican, un plan de retorno permitiría equilibrar mejor las plantillas, optimizar los recursos humanos y dar una salida a facultativos con condiciones especiales que actualmente ven limitada su capacidad de adaptación dentro del sistema.

 

Ambos sindicatos dirigen todas estas reivindicaciones directamente al titular de la Consellería de Sanidade, al que recriminan la falta de cumplimiento de compromisos previos y la ausencia de avances en un terreno que consideran prioritario para garantizar la sostenibilidad de la Atención Primaria en Galicia. Los facultativos advierten de que sin medidas inmediatas para reducir la presión asistencial, reordenar los recursos y reconocer debidamente el trabajo de los profesionales, la sanidad pública gallega seguirá en una situación crítica.

 

Los representantes sindicales aseguran que, de no articularse soluciones en breve, no descartan convocar movilizaciones que visibilicen la creciente precariedad en la red sanitaria de Atención Primaria, convertida en la primera puerta de entrada del sistema de salud. A su juicio, limitar las agendas, descargar de tareas burocráticas a los médicos y reforzar la estructura de los PAC son decisiones clave que el Sergas debe afrontar sin demora.

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