El BNG llama al boicot del Foro La Toja por la presencia del expresidente israelí Ehud Olmert, crítico con Netanyahu
viernes, 19 de septiembre de 2025, 09:58
El mediático y polémico Foro La Toja, que se celebrará en las próximas semanas en la isla de O Grove, se enfrenta a una nueva controversia. El Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha hecho un llamamiento a boicotear el evento y a participar en una manifestación el sábado 4 de octubre debido a la inclusión del expresidente de Israel, Ehud Olmert, en su lista de ponentes. La formación nacionalista califica su presencia como una forma de blanquear la actual ofensiva militar en Gaza, que considera un genocidio.
La convocatoria, difundida a través de las redes sociales, llama a la movilización ciudadana para mostrar el rechazo a la participación de Olmert. La protesta está programada para arrancar a las 10:30 horas desde la Rúa Castelao de O Grove y finalizará frente al hotel que acoge el evento. El BNG enmarca esta acción en su rechazo a cualquier tipo de complicidad con las acciones del ejército israelí en la Franja de Gaza.
El Foro La Toja, impulsado por el grupo Hotusa que preside Amancio López Seijas, se ha consolidado en los últimos años como uno de los espacios de debate geopolítico y económico más relevantes de España, siendo a menudo calificado como el "Davos gallego". Su objetivo declarado es la defensa de los valores de las democracias liberales y el fomento del diálogo en un contexto internacional cada vez más polarizado.
Una figura controvertida en Israel y un cartel de alto nivel
La controversia se centra en la figura de Ehud Olmert, quien fue primer ministro de Israel entre 2006 y 2009. Si bien el BNG lo señala como representante de un Estado cuyas acciones en Gaza han sido ampliamente cuestionadas, la postura reciente del propio Olmert es crítica con el actual gobierno de Netanyahu. En diversas declaraciones a medios internacionales, ha llegado a calificar algunas acciones militares en Gaza como "crímenes de guerra" y ha defendido públicamente la necesidad de buscar una solución de dos Estados para poner fin al conflicto.
La presencia de Olmert se suma a un cartel de ponentes de alto perfil. Para la edición de este año ya se ha anunciado la participación del exajedrecista y opositor ruso Garry Kasparov, los expresidentes del gobierno español Mariano Rajoy y de México Ernesto Zedillo, y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. El foro también premiará a Miquel Roca y Miguel Herrero, considerados dos de los padres de la Constitución española. La organización del evento, contactada por este medio, todavía no se ha pronunciado sobre el llamamiento al boicot.
Esta nueva polémica se solapa con una crítica que ha acompañado al foro desde sus inicios: la denominación del evento. El uso del topónimo en castellano, "La Toja", en lugar de la forma oficial y legal en gallego, "A Toxa", ha sido motivo de protestas recurrentes por parte de colectivos de defensa de la lengua como A Mesa pola Normalización Lingüística.
Incluso la propia Xunta de Galicia llegó a dirigirse formalmente en ediciones pasadas a los organizadores para recordarles la oficialidad del topónimo gallego, si bien la dirección del foro ha defendido su elección como una "decisión comercial". Por el momento, la organización no ha respondido a las acusaciones del BNG.
¿Cuál es la postura de Olmert sobre el conflicto con Palestina?
De este modo, el foro que busca ser un espacio para el diálogo y la defensa de los valores democráticos se encuentra en el centro de un debate que abarca desde la geopolítica de Oriente Medio hasta la defensa de la toponimia y la identidad gallega. La manifestación convocada para el 4 de octubre medirá la fuerza del rechazo social a un evento que, un año más, no está exento de controversia.
La postura del expresidente israelí Ehud Olmert sobre el conflicto palestino se caracteriza por una dura crítica a la gestión de la guerra actual en Gaza y una defensa pragmática de la solución de dos Estados como única salida viable. Olmert se ha convertido en una de las voces israelíes más prominentes en denunciar la estrategia del gobierno de Netanyahu, llegando a afirmar que se están cometiendo "crímenes de guerra" por la forma indiscriminada y cruel en que se está llevando a cabo la ofensiva. Sostiene que la guerra actual carece de objetivos claros y de un plan a largo plazo, argumentando que una victoria puramente militar es imposible y que lo más sensato sería declarar el fin de la guerra para conseguir la liberación de los rehenes.
A largo plazo, Olmert es un firme defensor de la solución de dos Estados. Durante su mandato como primer ministro, en 2008, llegó a presentar al presidente palestino Mahmud Abás una propuesta de paz detallada que incluía la creación de un Estado palestino sobre la práctica totalidad de Cisjordania y Gaza, con intercambios territoriales y una solución especial para Jerusalén. Su argumento principal es que, sin esta solución, Israel se enfrenta a un callejón sin salida: o bien se anexiona los territorios y deja de ser un Estado judío y democrático al tener que gestionar a millones de palestinos sin derechos, o se enfrenta a una lucha por la igualdad de derechos similar a la del apartheid sudafricano.
Para Olmert, su crítica a la guerra y su defensa de una solución política están intrínsecamente ligadas. Considera que la estrategia militar actual, sin un horizonte político claro como el que ofrece la creación de un Estado palestino, solo perpetúa el ciclo de violencia y aisla a Israel internacionalmente. En sus intervenciones, insiste en que la seguridad de Israel a largo plazo no se logrará aniquilando a Hamás militarmente, sino llegando a un acuerdo de coexistencia con el pueblo palestino que garantice la existencia de dos Estados vecinos viviendo en paz.
Sobre la invasión de Gaza, Olmer es crítico pero no tilda la actuación de genocida. "Las atrocidades que estamos presenciando en Gaza no son consecuencia de un plan preestablecido para exterminar a la población palestina. Si no hay intencionalidad, no hay genocidio. Al contrario -les diré-, gran parte de estas bajas se deben a la forma en que Hamás conduce la guerra, camuflando a sus milicianos en túneles, en edificios, junto a viviendas civiles. Esto no quita que esta guerra haya expresado una carga destructiva excesiva, de la que son víctimas tantos inocentes", argumentó en Vatican News.