El fallo identificado se centra en la función del freno de estacionamiento automático asociado a la palanca de cambios. Concretamente, en los modelos implicados, al colocar la caja de cambios en la posición "P" de parking, el sistema no activa siempre de manera automática el freno de mano, lo que deja al vehículo expuesto a desplazarse si se encuentra en una superficie inclinada. Una situación considerada de alto riesgo de accidente, especialmente si el conductor olvida activar manualmente el freno.
Modelos afectados en Renault y Dacia
La propia Renault ha confirmado que la incidencia afecta a varios de sus modelos automáticos fabricados en los últimos meses. Entre los afectados figuran los Renault Austral, Captur, Espace, Rafale, Scenic y Symbioz, junto a los Dacia Duster producidos entre abril de 2024 y mayo de 2025. Según los cálculos de la OCU, si efectivamente todos los vehículos fabricados en estas condiciones presentaran el defecto, en España circularían más de 20.000 coches con este riesgo, lo que obliga a una rápida intervención de la compañía.
La afectación se limita a los modelos automáticos y no incluye en principio las versiones manuales. En cualquier caso, tanto Renault como Dacia han activado un protocolo de aviso a sus clientes para convocarlos a revisión en la red oficial de talleres.
La Dirección General de Tráfico (DGT) está colaborando con la marca francesa para identificar a todos los propietarios de las unidades defectuosas. Los clientes recibirán comunicaciones personalizadas para acudir a los talleres autorizados y subsanar la avería sin coste alguno. Renault, de acuerdo con la normativa comunitaria, ha confirmado que la reparación se realizará de forma totalmente gratuita, sin que los usuarios deban asumir gastos derivados.
Desde OCU han recomendado a los conductores que verifiquen de inmediato si su vehículo se encuentra entre los modelos afectados, especialmente en los casos en los que el coche se haya adquirido de segunda mano, ya que es posible que esos propietarios no figuren en la base de datos original de la compañía. La organización de consumidores recuerda que la obligación legal de responsabilidad sobre la seguridad del producto recae en el fabricante y no en los usuarios, por lo que la reparación debe realizarse de manera urgente y sin demoras.
Reacciones y advertencias de la OCU
La OCU ha subrayado la importancia de que los propietarios no pospongan la revisión, ya que un fallo en el freno de estacionamiento puede derivar en siniestros graves. El organismo de defensa del consumidor recalca que, aun cuando por costumbre muchos conductores activan siempre el freno de mano de forma manual, hay un número importante de usuarios que confían en la seguridad automática de los sistemas de retención, sobre todo en coches de última generación.
La entidad destaca además que este caso ilustra la relevancia del sistema europeo de alertas de productos peligrosos, que desde hace décadas recopila y difunde información para evitar riesgos entre los consumidores de la Unión Europea. El aviso, gestionado a través del canal de seguridad de productos no alimentarios, garantiza que las autoridades de todos los Estados miembros puedan intervenir rápidamente ante defectos de fabricación que comprometan la seguridad vial.
La respuesta de Renault y Dacia
La firma francesa ha señalado que el origen del problema está relacionado con un fallo en la calibración del software que gestiona la interacción entre la posición "P" de la transmisión y el freno de estacionamiento electrónico. Los fabricantes insisten en que se trata de una incidencia localizada y fácilmente corregible mediante la actualización y sustitución de determinados componentes electrónicos en los modelos señalados.
En esa línea, Renault y Dacia defienden haber reaccionado de manera diligente, notificando el problema a las autoridades europeas y activando las campañas de revisión en todos los países afectados. La compañía recalca que la colaboración de los propietarios es crucial, ya que el riesgo persistirá mientras no se haya llevado a cabo la reparación en taller.
OCU, que opera en España desde 1975 analizando productos, servicios y su impacto en la vida cotidiana, ha vuelto a reclamar mecanismos más ágiles de comunicación entre fabricantes y consumidores. Según la entidad, en muchos casos quienes adquieren coches de segunda mano quedan fuera de los avisos oficiales, lo que prolonga innecesariamente la exposición a riesgos que ya han sido identificados.
Para este caso en particular, la organización aconseja a cualquier propietario de un Renault o Dacia adquirido en los últimos meses que se ponga en contacto con el servicio de atención al cliente de la marca para comprobar la situación. De confirmarse la afectación, recomienda exigir cita inmediata para la reparación.