La Policía Nacional y la DEA estadounidense han desplegado hoy un amplio operativo en la comarca de O Salnés, centrado en registros y detenciones vinculados al alijo de más de 3.500 kilos de cocaína incautados hace diez días en A Pobra do Caramiñal. El golpe contra la red de narcotráfico que introdujo la droga en Galicia mediante un narcosubmarino sigue sumando capítulos .
Uno de los escenarios del operativo es un taller náutico en Tragove (Cambados), relacionado con una empresa de alquiler de embarcaciones en Sanxenxo. Este negocio, que dispone de acceso directo al mar, se dedica al mantenimiento de motos de agua, la reparación de motores y la asistencia a embarcaciones en plena ría. Los agentes inspeccionan minuciosamente las instalaciones para determinar si fueron utilizadas como apoyo logístico en la descarga de la droga.
Fuentes policiales confirman que existen varias personas detenidas y que las investigaciones no se limitan solo a O Salnés. Paralelamente se llevan a cabo registros en Barbanza, ya que las pesquisas apuntan a que la red operaba a ambos lados de la ría de Arousa. La coordinación con la DEA, la agencia antidroga de Estados Unidos, se interpreta como un indicio de la magnitud internacional del entramado delictivo.
En los calabozos de la Comisaría de Pontevedra se encuentran ya al menos tres de los arrestados en este nuevo operativo, vinculados presuntamente a la estructura gallega de la organización. Aunque las fuerzas de seguridad guardan silencio sobre las identidades, confirman que la investigación sigue abierta para identificar a todos los implicados en el traslado de la droga desde el Atlántico hasta las costas gallegas.
Los fardos que aparecieron en A Pobra do Caramiñal
El origen de esta operación remite a la madrugada del pasado 13 de septiembre. Se sospecha que un narcosubmarino descargó su mercancía frente a la playa de Cabío (A Pobra do Caramiñal). El dispositivo policial obligó a los traficantes a abandonar parte de la carga. Ese primer alijo fue interceptado esa misma noche , al día siguiente, en un polígono industrial próximo, donde la Policía Local halló otros 85 fardos.
En total, la cocaína incautada supera las tres toneladas y media, una de las mayores cantidades decomisadas este año en el mundo, la mayor en Europa. Según las pesquisas, la droga procedía de Sudamérica y había sido trasladada en la nave semisumergible hasta un punto cercano a la Ría de Arousa.
Hasta ahora, los únicos detenidos directos en relación con la descarga eran tres ciudadanos sudamericanos, un colombiano y dos ecuatorianos. La Policía Local los encontró al día siguiente del operativo deambulando en A Pobra. Estos hombres, que alegaron estar haciendo el Camino de Santiago, resultaron sospechosos desde el primer momento y se cree que formaban parte de la tripulación del submarino. Fueron procesados por un juzgado de Muros, lo que apunta a que la operación policial no fue furtuida, había diligencias de investigación previas abiertas en aquel juzgado.
Tres colombianos en prisión preventiva
La jueza de Muros decretó para ellos prisión provisional, comunicada y sin fianza, lo que refuerza la consideración de que tuvieron un papel activo en el transporte de la droga. La Policía Nacional sospecha que eran los encargados de manejar el narcosubmarino que llegó a Galicia tras una larga travesía transoceánica.
Es evidente que los tres sudamericanos no pudieron desembargar ellos solos cientos de fardos de fariña.
La operación de hoy intenta identificar la red gallega que esperaba la descarga y que tendría la misión de almacenar y redistribuir la mercancía. En este punto es donde se centran los registros en O Salnés, en busca tanto de pruebas físicas como de documentación que revele la dimensión económica y logística de la trama.
Galicia, otra vez foco del narcotráfico internacional
El suceso vuelve a situar a Galicia en el mapa internacional del narcotráfico. Las Rías Baixas han sido utilizadas históricamente por redes dedicadas a la entrada de cocaína en Europa. En los últimos años, las fuerzas de seguridad han detectado que los narcosubmarinos son un método cada vez más recurrente para introducir grandes cantidades de droga desde América Latina.
La utilización de talleres, naves industriales y empresas con acceso directo al mar refleja la capacidad de los clanes para incrustarse en la economía legal y utilizar negocios aparentemente legítimos como pantallas. Los investigadores creen que este patrón se repite en varios puntos de la costa gallega.
Por el momento, ni la empresa inspeccionada en Cambados ni sus responsables han realizado declaraciones públicas acerca del operativo policial. Tampoco hay una valoración oficial del Gobierno central más allá del reconocimiento de la colaboración internacional con la DEA y de la importancia de seguir debilitando las estructuras del narcotráfico en la comunidad gallega.
La investigación se encuentra bajo secreto de sumario, lo que limita la difusión de ciertos datos sobre la operación.