En Sevilla llovió algo más que goles. //Foto: @RealBetis

Casi se le escapa al Celta un partido que, mirando sólo la primera hora, tuvo encarrilado. La superioridad inicial de los vigueses sirvió únicamente para sacar un empate (3-3) en Sevilla ante un Betis que se despertó a la media hora y se puso por delante hasta dos veces en el marcador.

El primer tramo del encuentro fue celeste. Al cuarto de hora, Iago Aspas hizo valer la superioridad de los suyos para ponerse por encima. El Betis cedió el protagonismo al equipo visitante, que asoballaba con un fútbol combinativo y, en ocasiones, veloz. Pero el despertar del equipo verdiblanco cambió el guión del encuentro, volviéndolo trabado y con faltas. Una de ellas, dentro del área celeste le costó al Celta el primero de los tantos encajados, de penalti.

A la vuelta del descanso el partido fue diametralmente distinto. El empate sentó mejor a los sevillanos, que se adelantaron poco después de la reanudación. Y cuando más estaba sufriendo el Celta, Aspas volvió a enmendar la situación en una jugada nacida de las botas de Orellana, recién incorporado tras la lesión.

Faltaba todavía media hora de encuentro, que acabó siendo agotadora para ambos conjuntos, con constantes idas y venidas. En el 72, el Betis volvió a ponerse por delante en el marcador. La respuesta celeste: todos arriba. Y la insistencia dio sus frutos. A poco del final, Roncaglia puso la igualada.

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