Alexander Van der Bellen, ganador de las presidenciales de Austria.

Aún con el escrutinio pendiente de terminar, el independiente Alexander Van der Bellen se confirma como ganador de las elecciones presidenciales austríacas con un 53,3% de los votos, respecto del 46,7% de su rival. Norbert Hofer, candidato de la extrema derecha, ha reconocido la derrota.

"Me siento extremadamente triste", ha afirmado en su cuenta de Facebook. "Pido a todos los austríacos que continúen unidos y que trabajen juntos", ha señalado el político del Partido de la Libertad (FPÖ). Ya perdió la segunda vuelta celebrada el mayo, que más tarde fue anulada por irregularidades en el recuento.

Heinz Christian Strache, líder de la ultraderecha austríaca, ha felicitado a Van der Bellen. En una emisión en directo en la televisión pública del país, ha expresado su decepción. Aún así, ha destacado que su partido ha llegado "muy lejos". Herbert Kickl, secretario general del FPÖ, ha dado las gracias a los seguidores de Hofer y ha destacado que "no es el final de la historia". El partido va muy posicionado para las elecciones generales que se tienen que hacer en 2018 como muy tarde.

"El fondo de la cuestión es que no ha acabado de funcionar", ha lamentado Kickl después de examinar los resultados preliminares. "El establishment', que no ha hecho otra cosa que plantarse, bloquear e impedir un proceso de renovación, ha triunfado", ha declarado a la cadena ORF.

Los seguidores de Van der Bellen, que en el pasado fue líder de los verdes, han reaccionado con alegría en el centro donde se encuentran congregados en Viena. La decisión de los austríacos se ha confirmado antes de lo esperado. Los expertos esperaban un resultado mucho más ajustado y contaban con tener el dato definitivo lunes o incluso martes.

La elección habilita a Van der Bellen para ocupar la presidencia del Estado durante los próximos seis años, renovables una vez por otros seis.

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