El conflicto se inició formalmente en noviembre de 2024 cuando el Boletín Oficial del Estado publicó la intención del Estado de recuperar esa franja de terreno costero. Ante ese movimiento, Cárdenas solicitó una concesión administrativa que le permitiera seguir disfrutando de la parcela durante 30 años más, hasta 2037. Para conseguirlo, debía acreditar que el terreno estaba vinculado a la propiedad desde antes del deslinde de 2007. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) rechazó la petición, esgrimiendo que nunca existió constancia registral de que esos metros formasen parte de la finca original.
La resolución ministerial de mayo fue clara: el muro y la puerta que comunican la finca con la playa suponen una ocupación de dominio público sin título habilitante. En su respuesta, el ministerio se basó en los archivos registrales que datan de 1941. Tampoco consta autorización municipal para el muro de contención que delimita el acceso al mar.
El salto a los tribunales
Rechazadas sus alegaciones por vía administrativa, Cárdenas opta por el recurso contencioso-administrativo directamente en la Audiencia Nacional, en lugar de agotar la vía de reposición en el ministerio, según adelanta Eldiario.
Hay que tener en cuenta que las competencias de Costas han pasado recientemente a manos de la Xunta. La conselleira de Medio Ambiente defendió en el Parlamento que "no hay nada raro" en el intento de legalizar la ocupación privada del dominio público.
Aunque sus posibilidades de ganar en los juzgados pueden ser muy limitadas, el pleito les permite ganar tiempo. Seguramente, mucho tiempo. Una sentencia sobre estos temas tarda en dictarse años. La ejecución de una eventual sentencia de derribo del muro, mas años aún.
Desde el Partido Popular, la dirección en Génova siempre ha evitado pronunciarse sobre la controversia, argumentando que es un asunto de Cárdenas, no de Feijóo.
El litigio tiene implicaciones más allá de la polémica en torno a uno de los principales políticos de Espala. Partes del muro lucen un avanzado deterioro mientras que la parte privada ha sido reformada recientemente. El caso del chalé de O Con plantea, además, un dilema para el Gobierno local, que condiciona la restauración “integral” del paseo marítimo a la recuperación de la parcela en disputa.
Además, el acceso directo a la plaza supone una situación de privilegio y exclusividad Núñez Feijóo se enfrenta a un asunto incómodo que sin duda tendrá más protagonismo en una campaña electoral.