La protesta tiene su origen en la sobrecarga laboral que afrontan los radiólogos durante las guardias. Actualmente, solo dos especialistas cubren todo el servicio en horario de tarde y noche, a pesar de que reclaman la presencia mínima de tres para afrontar el volumen de trabajo. Según datos del propio colectivo, la demanda de exploraciones radiológicas urgentes en el área de Vigo ha crecido un 60% en los últimos diez años, mientras que la plantilla de guardias se ha mantenido inalterable.
En la práctica, la jornada de un radiólogo que entra de guardia comienza a las ocho de la mañana y puede prolongarse hasta las ocho del día siguiente, un turno acumulado que, según denuncian, erosiona su capacidad para mantener la concentración necesaria en un trabajo de alta responsabilidad. Los profesionales alertan de que esta situación se está volviendo estructural y que, de seguir así, el servicio podría entrar en un punto crítico.
En el área sanitaria de Vigo existen en torno a 50 radiólogos, aunque solo 27 de ellos participan en el sistema de guardias. Este desequilibrio, unido a la falta de incorporaciones, deja a los mismos profesionales asumiendo una carga desproporcionada de horas y de casos urgentes.
Aumento del riesgo para pacientes y médicos
La radióloga del Hospital Álvaro Cunqueiro Elena Chárravi explicó en RNE que la situación genera un efecto “embudo” en el diagnóstico. Cuando todas las pruebas que llegan acaban en manos de solo dos especialistas, se producen demoras y se incrementa la probabilidad de errores por el cansancio acumulado. Los profesionales subrayan que los errores diagnósticos derivados del exceso de trabajo y la presión asistencial no solo ponen en riesgo la salud de los pacientes, sino que también aumentan el nivel de estrés y desgaste del personal médico.
El tiempo que se dedica a cada prueba se reduce de forma inevitable en este escenario. Según los huelguistas, las condiciones actuales obligan a trabajar con una celeridad extrema, lo que compromete la fiabilidad de los diagnósticos. A ello se suma que la radiología de urgencias requiere un elevado grado de precisión y rapidez para guiar el tratamiento de patologías potencialmente graves, desde traumatismos hasta accidentes cerebrovasculares, donde cada minuto cuenta.
En la parte asistencial, la preocupación no se limita a los profesionales. Los propios pacientes podrían experimentar más retrasos en la obtención de sus resultados y en la fijación de diagnósticos, lo que repercute directamente en la planificación de los tratamientos.
El Sergas no se pronuncia de momento
Hasta el momento, el Servicio Gallego de Salud (Sergas) no ha hecho pública ninguna valoración respecto a las demandas concretas de los radiólogos en huelga. No se ha informado de la posibilidad de aumentar el personal en las guardias ni de medidas para reorganizar los turnos.
Según han manifestado fuentes sindicales en los últimos días, el colectivo no busca un acuerdo temporal sino un refuerzo estructural que garantice una mínima dotación de tres especialistas por turno de guardia.