Alfonso Rueda y Ayuso en una foto de archivo de EP

La Xunta de Galicia se enfrenta al Gobierno central en un nuevo episodio de tensión sanitaria al rechazar compartir los datos de los programas de cribado de cáncer. Alfonso Rueda defiende que esa información es pública y accesible a cualquier ciudadano, mientras el Ejecutivo central y la oposición gallega le acusan de ocultismo. En el centro del conflicto está la gestión de la transparencia sanitaria y la disputa por las competencias.

 

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha explicado que Galicia no remitirá al Ministerio de Sanidad los datos sobre los cribados de cáncer de mama, colorrectal y de cérvix porque se trata de información “ya disponible públicamente”.  En la web del Sergas hay un apartado específico sobre este tema.

 

Principales magnitudes y tendencias en Galicia 

Según este portal, programa autonómico de detección precoz del cáncer de mama está dirigido a mujeres de una  edad determinada —inicialmenteaquellas entre 50 y 69 años— y consiste en la realización de una mamografía cada dos años de forma voluntaria y gratuita. Con el paso del tiempo, el rango de edad ha sido objeto de ampliación para aumentar la cobertura.

 

La tasa de participación (el porcentaje de mujeres invitadas que acuden) se mantiene en torno al 80 % de la población diana, lo que indica una elevada adhesión al programa. La tasa de detección (casos de cáncer por cada mil mujeres exploradas) se sitúa en varios decimales por cada mil, lo que permite identificar una cantidad significativa de casos gracias al cribado.

 

En cuanto al impacto, el programa ha logrado mejorías en la supervivencia al cáncer de mama, al detectarse un mayor número de casos en estadios más tempranos. En términos de evolución del programa, la edad mínima de participación bajará de 50 a 45 años y la edad máxima se elevará de 69 a 74 años, lo que implicará la incorporación de decenas de miles de mujeres adicionales al programa.

 

En las primeras convocatorias tras esta ampliación, se observa que la cobertura ya se está extendiendo a mujeres de 74 años, lo cual marca la culminación de la ampliación hacia la franja superior.También se está impulsando una estrategia avanzada: un nuevo cribado piloto personalizado que tendrá en cuenta no sólo la edad, sino factores de riesgo genéticos, hábitos de vida y otros indicadores, lo que muestra una evolución hacia un modelo de medicina preventiva más personalizado. 

 

La carta de Gómez Caamaño a Mónica García

A juicio de Rueda, el Ejecutivo central pide datos “por los que nunca antes se había interesado” y lo hace sin contar con un sistema informático que permita su análisis. Según Rueda, en Galicia estas estadísticas se publican “de forma regular y abierta”, por lo que el Gobierno “puede acceder a ellas como cualquier otro ciudadano”.

 

Desde la sede de San Caetano, Rueda ha insistido en que el Ejecutivo gallego seguirá ampliando los cribados, reforzando la prevención y “manteniendo a Galicia como comunidad pionera” en programas de detección precoz. Ha recalcado además que el Ministerio carece de competencias para exigir esa información, recordando que los cribados “son responsabilidad exclusiva” de las comunidades autónomas dentro de su marco sanitario.

 

En la misma línea, el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, envió una carta a la ministra de Sanidad, Mónica García, para comunicar la negativa formal de la Xunta a transferir esos datos. En la misiva, calificó la solicitud de “improcedente” y con “fines políticos más que técnicos”. Argumentó que los programas de cribado se desarrollan desde hace más de una década con óptimos resultados y que la petición del Ministerio “ignora” la autonomía y profesionalidad del servicio gallego de salud.

 

Gómez Caamaño subraya que el Ministerio no dispone ni de una red propia de cribados ni de sistemas actualizados para evaluar su calidad. Recuerda que no existe ningún documento oficial que regule el funcionamiento de estos programas, más allá de un consenso técnico del Consejo Interterritorial. Por tanto, considera “fuera de lugar” que el Ministerio exija ahora información sin haber desarrollado “el sistema informático necesario para recoger y cargar los datos”.

 

El conselleiro advierte que colaborar en una iniciativa “incompleta y mal planteada” no mejorará la atención sanitaria. “La Xunta no va a contribuir a una estrategia de confrontación política”, señala en la carta, al entender que el Ministerio debería centrarse en “problemas reales” como la falta de médicos, la financiación del sistema o la actualización del Estatuto Marco para los profesionales sanitarios.

 

El PSOE acusa a la Xunta de ocultismo

La respuesta del PSdeG-PSOE no se hizo esperar. La portavoz de sanidad socialista, Elena Espinosa, calificó de “impresentable” la decisión del Gobierno gallego de no remitir los datos, acusando a Rueda y a su Ejecutivo de “anteponer los intereses partidistas a la salud pública”. A su entender, Galicia actúa con “opacidad” y “se escuda en supuestas competencias exclusivas para no rendir cuentas”.

 

Espinosa sostiene que la intención del Ministerio de Sanidad no es invadir competencias, sino “evaluar los programas de detección precoz y mejorar su eficacia”. Según la portavoz socialista, “la transparencia es esencial para garantizar la calidad de los cribados”, que cada año salvan miles de vidas. “Negarse a compartir información no es defender a Galicia, es aislarla”, expresó durante su intervención en el Parlamento gallego.

 

La dirigente socialista lamentó además que la Xunta convierta la sanidad en “un campo de batalla política”, cuando lo prioritario debería ser “reforzar la confianza de la ciudadanía” en sus programas de prevención. Insiste en que Rueda debe “explicar qué tiene que ocultar y por qué evita la colaboración con el Estado en un tema tan sensible como el cáncer”.

 

Reacción del Gobierno: "Falta de transparencia preocupante"

Desde Madrid, la ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, también criticó la postura de Galicia y de otras comunidades que han decidido no facilitar al Ministerio la información solicitada. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, tachó de “oscurantismo” las negativas autonómicas, subrayando que “se trata de un asunto que afecta a la salud de muchas mujeres”.

 

Alegría cuestionó públicamente la actitud de las comunidades reticentes a colaborar: “¿Qué problema tienen con la transparencia? ¿Por qué no quieren dar esos datos?”. Para el Ejecutivo central, la negativa de Galicia y de otras regiones pone en riesgo la coordinación sanitaria y limita el análisis conjunto de los programas de cribado en todo el país. En palabras de la portavoz, “la ciudadanía tiene derecho a saber si las comunidades están ofreciendo correctamente ese servicio básico”.

 

Fuentes del Ministerio de Sanidad apuntan que la solicitud de datos responde a la necesidad de evaluar con criterios comunes los programas autonómicos y evitar desigualdades en la prevención del cáncer. Desde el Gobierno aseguran que el sistema informático para la recogida de información se encuentra “en fase avanzada” y que el objetivo no es controlar ni sancionar, sino “garantizar la calidad asistencial”.

 

Galicia defiende su modelo y la autonomía sanitaria

El Gobierno gallego ha respondido que la gestión de los cribados es una “competencia consolidada” de las comunidades y que su modelo está “plenamente auditado y publicado”. Sanidade recuerda que Galicia fue pionera en la implantación de los programas de detección precoz del cáncer de colon y de mama, uno de los más extendidos de España, con altas tasas de participación y resultados positivos. En palabras de la Xunta, los datos están “a disposición de cualquier ciudadano en el portal de transparencia”.

 

El Ejecutivo de Rueda percibe detrás de la petición del Ministerio un intento de centralizar decisiones que corresponden a los gobiernos autonómicos. En este sentido, algunos sectores del PP gallego consideran que la solicitud no responde a razones técnicas, sino al “nuevo impulso de recentralización” que asocian con la política sanitaria del Gobierno. Desde la Xunta se insiste en que seguirán “cooperando dentro del Consejo Interterritorial” pero “sin renunciar a la gestión directa de sus programas”.

 

A nivel sanitario, varios expertos consultados en los últimos meses por medios gallegos han advertido de la necesidad de un sistema nacional de indicadores y de estructuras comparables entre comunidades. Sin embargo, reconocen que Galicia figura entre las regiones más avanzadas en la cobertura de cribados, especialmente en el de colon, donde alcanza a casi toda la población objetivo de entre 50 y 69 años.

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