Colegio Monterrey de Vigo en una imagen de Google Street View


 

La comunidad educativa de Galicia  vive pendiente de la denuncia pública de un supuesto caso de acoso escolar en el Colexio Monterrey de Vigo, que ha escalado a lo largo de la semana. La familia de una niña de tan solo cinco años acusa al centro concertado de no haber actuado con la diligencia debida ante las reiteradas alertas sobre el hostigamiento que, según su testimonio, sufre la menor por parte de tres alumnos de sexto de Primaria, que le doblan la edad. La situación ha generado una profunda alarma entre los padres y madres del colegio, que han convocado una concentración silenciosa para este mismo viernes, a las puertas del centro, con el objetivo de exigir medidas inmediatas y mostrar su apoyo a la presunta víctima y a su familia.

 

Indignación ante la respuesta del centro

La tensión se disparó este jueves después de que la resolución interna del Colegio Monterrey, hecha pública el pasado miércoles, constatara la existencia de "situaciones de violencia", pero, al mismo tiempo, descartara la posible existencia de acoso escolar

 

Esta distinción ha sido calificada de "un insulto" por los padres de la niña, quienes aseguran que el bullying se prolongó durante más de tres semanas. Según la denuncia, la menor fue objeto de graves vejaciones, incluyendo agresiones físicas, como ser agarrada del pelo, zarandeada "como un saco de boxeo", que le metieran papeles en la boca o le quitaran los zapatos. La excepcionalidad del caso, donde los presuntos agresores son mucho mayores que la víctima, ha estremecido especialmente a la comunidad educativa viguesa.  Progenitores explican su asombro porque los sospechosos de las agresiones sigan yendo a clase con normalidad.

 

Tras una reciente reunión con el equipo directivo, la familia de la menor expresó su "profunda insatisfacción" ya que, según señalan, el centro "no activó el protocolo de acoso escolar ni adoptó las medidas de protección adecuadas" para garantizar la seguridad de la niña. La portavoz de la familia, Olaya López, declaró que la decisión de convocar la protesta se debe precisamente a la ausencia del apoyo esperado, afirmando que "el colegio no hizo nada".  Testimonios recogidos a las puertas del centro corroboran la sensación de pasividad.

 

La Consellería de Educación interviene

Ante la gravedad de los hechos y la denuncia de la familia, la Consellería de Educación de la Xunta de Galicia ha tenido que intervenir. Su gabinete de comunicación informó de que el jueves pasado se recibió la comunicación de la familia e "Inspección Educativa está supervisando el inicio del correspondiente protocolo de acoso escolar en el centro para evaluar la existencia o no del mismo". De hecho, ha sido la Consellería quien, de oficio, ha tenido que abrir el procedimiento, lo que, según la familia, subraya la falta de acción del colegio.

 

El inspector adscrito al centro vigués ya ha mantenido varias reuniones, tanto con la familia para recabar nuevos datos aportados por diversos testigos del colegio, como con la dirección del mismo. Según el protocolo de la Xunta para la prevención y tratamiento del acoso escolar y ciberacoso, es "imprescindible" que se actúe "de forma inmediata y decidida" con los implicados.

 

 Además, se obliga a la persona responsable del centro a "establecer las medidas urgentes oportunas de protección a la presunta víctima", haciendo primar "siempre el interés de la víctima frente a cualquier otra consideración". El protocolo establece un plazo de solo dos días para las averiguaciones previas a la apertura de un expediente.

 

Las medidas adoptadas y las peticiones de la familia

Pese a que el centro asegura que se siguió el protocolo desde el minuto uno, la principal queja de los padres es que no se han tomado medidas cautelares para mantener a los presuntos agresores alejados de la niña. Las peticiones de la familia, consideradas "perfectamente concebibles y justas" por la portavoz, se centran en tres ejes principales: la separación inmediata de los presuntos acosadores para evitar cualquier coincidencia con la niña, la expulsión disciplinaria de los agresores identificados y, por último, la garantía de que no habrá represalias para la menor una vez que la noticia deje de tener visibilidad en los medios.

 

El equipo directivo del colegio, por su parte, ha optado por un conjunto de medidas que la madre de la presunta víctima considera insuficientes,. Las medidas anunciadas incluyen que la niña ya no coincidirá en la salida de clase con sus presuntos agresores, entrevistas individuales con los sospechosos para evaluar "procedimientos correctores", el aumento de la vigilancia en el patio, la organización de charlas sobre acoso con alumnos y familias y la puesta en marcha de una comisión de convivencia escolar en Educación Primaria. No obstante, ninguna de ellas supone la separación inmediata o la expulsión. Precisamente la expulsión disciplinaria de los tres alumnos de sexto de Primaria se debatirá en el seno del centro educativo.

 

La situación del Colexio Monterrey cobra especial relevancia en un contexto nacional de mayor vigilancia sobre el bullying. Recientemente, se han sucedido protestas y concentraciones en Sevilla tras la trágica muerte de una niña de 14 años que sufría acoso escolar, lo que ha incrementado la sensibilidad y la vigilancia general de la comunidad educativa ante episodios de este tipo.

 

La concentración de apoyo a la familia, convocada por un grupo de familias y vecinos de Vigo, tendrá lugar este viernes a las 13 horas frente al centro educativo, buscando denunciar la supuesta falta de actuación del colegio pese a las reiteradas alertas de la comunidad. Los convocantes subrayan que las alertas no solo fueron comunicadas por la familia afectada, sino también por otros alumnos y sus progenitores, quienes trasladaron su preocupación. 

 

Además, afirman que este tipo de incidentes se han repetido durante un tiempo en el mismo colegio, lo que, a su juicio, exige una revisión de los procedimientos internos del centro.

 

Los asistentes han sido llamados a que el acto concluya antes de las dos menos cuarto para evitar coincidir con la salida del alumnado. La familia también ha solicitado ser acompañada en el momento de recoger a la pequeña a la salida, como una muestra de cariño y apoyo para que sientan que no están solos y que "tanto ellos como su hija son las verdaderas víctimas de esta situación". En cuanto a la dirección del Colegio Monterrey, ñLa directora, que sí se reunió con el inspector de Educación y con los padres de la menor, ha optado por no pronunciarse públicamente por el momento.

 

La Xunta indica este viernes que hay expedientes en marcha

El colegio Monterrey de Vigo ha abierto cinco "procedimientos correctores con sanciones" en el marco de la investigación iniciada tras la denuncia de una familia de una niña de 5 años, que denunció una situación de acoso escolar por parte de alumnos de sexto de Primaria.

Según han informado fuentes de Educación, el equipo de actuación contra el acoso escolar del centro, compuesto por varios profesores, tras las investigaciones iniciales, ha determinado que existieron "conductas contrarias a la convivencia" y por eso se han abierto los procedimientos sancionadores a los alumnos implicados.

Las mismas fuentes han explicado que el servicio de Inspección Educativa "seguirá supervisando el correcto desarrollo por parte del centro del procedimiento establecido en el Protocolo Educativo para la prevención, la detección y el tratamiendo del acoso y el ciberacoso escolar".

La Consellería ha reiterado su posición de "tolerancia cero" ante este tipo de conductas y ha vuelto a apelar al "compromiso colectivo" para combatir comportamientos contrarios a la convivencia, y para "seguir actuando con eficacia y diligencia" ante cualquier posible caso.

La familia denunciante y sus allegados han convocado para este viernes una concentración ante el colegio para denunciar la situación, que ellos consideran de acoso, y para exigir medidas que impidan que se repita.

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