El nuevo alcalde de Noia, Francisco Pérez (i), recibe el bastón de mando de manos del anterior alcalde, Santiago Freire (d) tras salir adelante la moción de censura, a 11 de agosto de 2025, en Noia

El Grupo Municipal del Partido Popular en Noia (A Coruña) se encuentra en el centro de una intensa controversia política y administrativa. El nuevo gobierno local, encabezado por el PSOE, ha iniciado una investigación sobre los gastos cargados por los populares a la asignación municipal entre los años 2018 y 2024.

 

 La polémica se centra en una suma que roza los 30.000 euros documentada durante ese periodo, correspondiente a numerosos tiques y facturas de establecimientos de hostelería y servicios de catering.

Según la información que ha trascendido, y que fue publicada inicialmente por eldiario.es tras una consulta amparada en la ley de transparencia, estos desembolsos de dinero público incluyen conceptos como vinos, cervezas, licores y ágapes. Algunos de estos gastos fueron justificados por el PP como encuentros de trabajo, mientras que otros se presentaron como comidas y encuentros con simpatizantes y miembros del partido. El análisis horario de algunos tiques sugiere que se trataba de cenas.

 

Lo que agrava la situación es que estos gastos generaron advertencias constantes por parte de la Intervención municipal. Los técnicos del Ayuntamiento objetaron de forma recurrente estos pagos, señalando en sus informes que no correspondían al funcionamiento ordinario del grupo municipal, que es el fin de esas asignaciones públicas, sino más bien a gastos propios del partido político. De hecho, en la documentación también figuran pagos por material electoral, como papeletas, o el alquiler de autobuses para mítines, conceptos explícitamente excluidos de esta vía de financiación.

 

Un cambio de gobierno tras una moción de censura destapa la polémica

A pesar de los informes negativos del órgano fiscalizador, una parte significativa de estos gastos fue aprobada. Presuntamente, el ejecutivo de Santiago Freire (PP), que gobernó ininterrumpidamente durante ese periodo, habría utilizado decretos de alcaldía para levantar los reparos de la Intervención, ordenando el pago de las facturas cuestionadas. Mientras algunos gastos sí fueron retirados tras la advertencia de los técnicos, cerca de 28.000 euros en hostelería habrían sido finalmente abonados con cargo a la asignación municipal.

 

Esta información sale a la luz meses después de un profundo cambio político en Noia. El pasado verano, Santiago Freire perdió la alcaldía. El gobierno popular cayó debido a una moción de censura que prosperó gracias a una alianza del PSOE, BNG y Marea Cidadá, y que contó con el voto decisivo de Luis Alamancos, un concejal tránsfuga que abandonó previamente el propio grupo popular, donde había entrado como independiente.

 

El caso de Noia no es un hecho aislado en el panorama político gallego reciente. La inestabilidad local se ha visto agitada en los últimos tiempos por varias mociones de censura en distintos municipios, algunas de ellas, como la noiesa, marcadas por la participación de ediles que abandonaron la disciplina de los partidos por los que fueron elegidos. Esta situación ha generado un debate más amplio sobre las dinámicas de poder y el transfuguismo en los ayuntamientos de la comunidad.

 

 

 Alfonso Rueda tras el Consello da Xunta el 27/10/25.

Rueda marca distancias y la oposición gallega exige dimisiones

El nuevo ejecutivo noiés, liderado por el socialista Francisco Pérez Caamaño y en coalición con Marea Cidadá, ha reaccionado con contundencia. El actual gobierno local ha calificado los hechos de "injustificables" y, en ciertos casos, "directamente ilegales". Tras verificar la "veracidad" de las informaciones, el Concello ha encargado un análisis jurídico para determinar el alcance de las posibles irregularidades y las responsabilidades que pudieran derivarse de esta gestión de fondos.

 

Políticamente, el gobierno municipal considera "moral y políticamente insostenible" que Freire, que actualmente continúa como concejal en la oposición, mantenga su acta. Han solicitado su "dimisión inmediata" como un "acto mínimo de responsabilidad" ante los vecinos de Noia. El exalcalde popular, por su parte, no ha realizado comentarios sobre la documentación consultada por los medios.

 

Cuestionado por esta polémica en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, el presidente gallego y líder del PPdeG, Alfonso Rueda, adoptó una postura de cautela. Rueda afirmó desconocer si existe "alguna ilegalidad" en la gestión de esos fondos en Noia. El presidente subrayó que, "en principio", se trata de gastos correspondientes a una asignación que administra el propio grupo municipal, marcando distancias con la gestión directa del partido o de la Xunta.

 

El titular del Gobierno gallego insistió en que necesitaría analizar los gastos "en detalle" para valorar la situación, reiterando que no puede confirmar si se cometieron irregularidades. "No sé si es un uso adecuado", admitió Rueda, reconociendo sin embargo que "llaman la atención algunos conceptos". Sin embargo, zanjó el tema apelando a la necesidad de entender "en qué contexto y bajo qué circunstancias" se produjeron dichos desembolsos antes de depurar responsabilidades, si es que las hubiera.

 

BNG, PSOE y Sumar censuran el uso de fondos públicos para "paparotas"

La oposición en bloque ha cargado duramente contra el PP local. El portavoz del BNG en Noia, Ricardo Suárez, ha sido uno de los más tajantes, calificando de "indecente" el uso de dinero público para "cervezas, vinos, copas y comidas". Si bien Suárez defendió la libertad individual -"Cada uno es libre de tomar o no tomar lo que quiera"-, matizó que debe ser "con su dinero y no con el de la ciudadanía".

 

El portavoz nacionalista en Noia puso en valor el "excelente trabajo de control" de la Intervención municipal para evitar estas situaciones. Suárez acusó al exalcalde de un presunto "abuso de poder" para eludir esos controles "en beneficio propio". El BNG noiés, que apoyó la moción de censura pero no entró en el gobierno, concluyó exigiendo "explicaciones, dimisiones y autoría" ante la gravedad de la información conocida.

 

A nivel autonómico, la viceportavoz segunda del Grupo Socialista en el Parlamento, Lara Méndez, también fue preguntada al respecto. Méndez diferenció dos escenarios: "Evidentemente si este dinero está dentro de los gastos de partido, cada uno marca sus prioridades". No obstante, si los fondos no se enmarcan en esa categoría, la socialista apuntó que "será el Partido Popular de Noia o el Partido Popular a nivel provincial y autonómico quiénes tendrán que dar cuenta y respuesta a dichos gastos".

 

Desde Movemento Sumar Galicia, la reacción ha sido de "indignación". La formación lamentó que el PP de Noia empleara presuntamente durante años las asignaciones municipales para "pagar paparotas, alcohol" e incluso facturas "de dudosa justificación" en establecimientos hosteleros fuera del municipio, mencionando un pub coruñés y un hotel en Brión que aparecían en la documentación.

 

El secretario xeral de Sumar, Paulo Carlos López, elevó la responsabilidad más allá del ámbito local. López instó al presidente del PP coruñés, Diego Calvo, quien también es vicepresidente de la Xunta, a "condenar estas actuaciones". Asimismo, reclamó que la dirección provincial solicite la dimisión de Santiago Freire como concejal, al considerarlo el "responsable político" último de lo que calificó como una "bacanal de gasto" con dinero público.


 

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