El Celta rompe su racha en casa. //Foto: RC Celta


Duro castigo para el Celta en Balaídos, donde encadenaba cinco triunfos consecutivos en Liga. El artífice de la goleada sevillista, por 0-3, demasiado severa para lo visto sobre el césped, fue sin duda Iborra, que salió del banquillo en la segunda parte para sentenciar. Los celestes, que terminaron desquiciados por la fortaleza del equipo andaluz, se quedan así a un paso de los puestos europeos.

La primera mitad dejó a dos equipos fieles a su filosofía, sin escatimar en lo físico e intentando llegar a la meta rival. El Sevilla dominó la primera media hora, con seguridad en defensa y Nasri como dueño del centro del campo. Hasta que, en el tramo final, los de Berizzo consiguieron equilibrar el partido, dejando una buena impresión al hilo del descanso.

La segunda mitad tuvo un protagonista que salió del Banquillo. Iborra entró para sentenciar el encuentro con goles de todos los registros: el primeron, en un saque de esquina; el segundo, al contragolpe y el tercero, de penalti.

Los visitantes se adelantaron en el minuto 51 y el Celta se vio obligado a arriesgar. Pero el equipo de Berizzo se descompuso tras el primer tanto encajado. Consiguió dominar, pero con prisas y sin ocasiones, únicamente Orellana coqueteó con el empate.

Estos desajustes de los vigueses sirvieron al Sevilla para hacer el segundo a cinco minutos del final. El tercero llegó en el descuento, para redondear la cuenta personal del valenciano Iborra.

POWERED BY BIGPRESS